domingo, 30 de diciembre de 2007

Cualidades ocultas



-¡Hola a todos! -comenzó a decir Ángel, el Capitán del equipo de Quidditch de los Linces, que no tuvo más remedio que realizar un "Sonorus" apuntando a su garganta -bienvenidos chicos. Estamos aquí, como todos sabeis para comenzar con las pruebas para entrar en el equipo de Quidditch de nuestra Casa. Los puestos a ocupar son el de cazador y guardián y pa....
-¿En serio? yo que pensaba que esto era la cocina.... -le dijo Alejandra en el oido a Carla para después guiñarle un ojo. Ambas comenzaron a reirse por lo bajo, tapándose la boca con las manos.
-Solo pido que lo hagáis lo mejor posible y sobre todo, que os lo toméis en serio -hizo hincapié en "toméis en serio" y lanzó una mirada fugaz hacia las Linces, que no podían aguantar más la risa.

Las dos lo miraron e intentaron guardar silencio. El resto de aspirantes las miraron... media docena de Linces posaron los ojos sobre ellas. Se pusieron algo más firmes y le sonrieron. Angel las miró y continuó.

-Para empezar, creo que deberíais calentar un poco... coged vuestras escobas y dad algunas vueltas al campo, después volved aquí y comenzaremos por turnos.... ¡podéis empezar! -terminó soplando un silbato, sañal para comenzar a volar.

Las chicas cogieron sus Cassandra's, las montaron y dando una patada al suelo se elvaron por el aire, recorriendo todo el campo de quidditch. Los chicos se cruzaban entre sí volando en sus escobas.... algunas antiguas como las Barredoras o las Nimbus inglesas de importación, o las Cassandra's y Wicca... algunas más nuevas que otras. Las más nuevas, eran las que tenían Carla y Alejandra: la de la primera, regalada por su padre ante las buenas notas del curso anterior, y la de la segunda comprada en Sanchotello aquel verano.
Dieron varias vueltas subiendo velozmente para despúes caer empicado hacia el suelo.
Tras unos diez minutos, Ángel tocó de nuevo el silbato llamando a los aspirantes. La prueba iba a comenzar.

-¡Genial chicos! lo estáis haciendo muy bien -dijo el Capitán que no les había quitado ojo -ahora, quiero que os pongáis por parejas, uno hara de cazador, y otro de guardián, después cambiareis la posición con vuestro compañero. Y para terminar, como siempre cuento con los demás, el resto de jugadores comprobarán si los elegidos deben entrar en el equipo o no, ¿entendido?
-¡Siii! -contestaron todos.

Todos se pusieron por parejas para comenzar, temblando de nervios. Carla y Alejandra ya estaban al lado una de otra, cogiendo las escobas con fuerza mientras pensaban quién sería la guardiana.

-A mi me da igual ser guardiana o cazadora, Alejandra... -dijo Carla.
-A mi también....
-Vamos, ¡los primeros por favor! -pidió el Capitán.

Una pareja de dos chicos, uno alto y rubio y el otro algo más bajito y pelirrojo dieron un paso al frente, montaron en sus escobas y ocuparon sus puestos. Ángel hizo lo mismo para intervenir como árbitro. Cogió la quaffle y tras un pitido la soltó, lanzándola hacia arriba. En ese instante, el chico rubio voló con rápidez hacía la pelota con su Wicca' 01, pero no lo suficiente, pues la quaffle cayó al suelo haciendo un agujero en la hierba.

-Esta bien... ¡Esta bien! ¡¡Cambio chicos!! -gritó Ángel para que los dos intercambiaran la posición.

Haciendo caso al Capitán, los chicos se cambiaron. Ahora era el pelirrojo el cazador, y el rubio el guardián.

-¡Allá vamos! -sonó de nuevo el silbato.

La quaffle volaba hacia arriba a causa del impulso del musculoso brazo del capitán. El Lince pelirrojo se lanzó con su escoba en busca de la pelota color carmesí. La atrapó cerca del suelo, e intentó agarrarla con fuerza. La metió bajo su brazo y voló hacia los aros que vigilaba el chico rubio. Esquivó una bludger recién liberada por el Capitán y se acercó al aro central.... "¿Derecha o izquierda?" Al final, ninguna de las dos, la tiró al medio, justo sobre el estómago del guardián, que consiguió pararla antes de caer dentro de aro junto con la pelota a la que sujetaba con ambas manos.
Todos se quedaron con al boca abierta.... "Había conseguido parar la quaffle, pero ¡¡Había caído a través del aro que defendía con el balón en las manos.... y estaba sobre el suelo!!"
Ángel corrió hacia él, que parecía no moverse.

-¡Eh! ¿¿Estás bien?? -le preguntó preocupado al chico que acababa de abrir los ojos -creo que no puedes seguir, lo siento....
-Claro... que.... puedo.... -respondió aún atontado.
-No, no puedes.... ¿Alguien puede llevarlo a la enfemería?
-Yo, yo lo llevaré... -dijo el Lince pelirrojo que había lanzado la quaffle.
-Está bien... vuelve pronto... pareces ser un buen candidato para cazador.
-Claro, volveré en seguida.

Los dos chicos se fueron y le tocó el turno a una pareja de un chico moreno delgado y una chica de color con el pelo largo y brillante.
Tras varios intentos y cambiar de posición, el Capitán pudo ver que no eran nada buenos... no pararon ni media quaffle, que en dos ocasiones no llegaron a ningún aro, y en otra fue directa hacia Alejandra que la esquivó por poco.

-Vale, vale.... eso es todo chicos... lo siento -les dijo Ángel sin saber qué más añadir ante aquella actuación -y por último.... vuestro turno.

Alejandra y Carla se miraron, como si no fuera con ellas la cosa.

-Si, vosotras... sois las que quedais... acercaos por favor.

Las chicas se acercaron al Capitán que les indicó tomar posiciones en el aro. Fue Alejandra la primera en ser cazadora.
Carla no tenía ni idea de cómo defender aquellos aros, así que decidió quedarse en el medio de las tres.
Ángel hizo sonar el silbato de nuevo y lanzó la quaffle hacia arriba. Alejandra se precipitó a la búsqueda de la pelota carmesí, la cogió en el aire con cierta dificultad y la lanzó hacía el aro de la derecha. Carla vió las intenciones de su amiga y se tiró a parar su trayectoria. "¡No lo podía creer! ¡¡La había cogido!!"

-¡¡Genial!! ¡¡¡Estupendo!!! -gritaba Ángel que se había quedado con la boca abierta -ha sido fantástico chicas.... No se para qué, pero debéis cambiar de posición.

Las chicas cumplieron y cambiaron, la una a la posición de la otra. Ahora era Carla la que hacía de cazadora.
Una vez más, el Capitán tocó su silbato y lanzó la quaffle.
Sin darle tiempo a más, Carla enfiló su Cassandra's hacia la pelota, y la cogió con magnífica elegancia. Cambió de dirección y de objetivo, que ahora era el aro de la izquierda, esquivó otra bludger lanzada por Ángel, que estaba alucinando y..... "¡¡¡Dentro!!!"
Ángel silbó. La búsqueda había terminado.

-¡¡Creo que ya tenemos cazadora!! -gritaba Ángel asombrado ante lo que acababa de ver -Carla, eres la nueva Cazadora de Los Linces.... creo que el resto del equipo estará de acuerdo....
-¿En serio? ¡No lo puedo creer! -gritaba Carla que se abrazó a Alejandra al bajar de la escoba.
-Si, creo que las dos podríais entrar en el equipo... con algo de entrenamiento, también podrás ser Guardiana -le dijo a Alejandra -por cierto, no se vuestros nombres...
-Yo soy Carla -le dijo estrechándole la mano.
-Y yo, Alejandra -le sonrió.
-Mi nombre es Ángel, soy el Buscador de los Linces -respondió el chico mirando a Carla mientras le sonreía.

Alejandra se sentía algo ignorada, pero no prestó demasiado caso a aquello ya que comenzaron a llegar el resto de jugadores del equipo de los Linces.
Tras presentarse todos, decidieron hacer la última prueba con las nuevas jugadoras a modo de entrenamiento.
El resultado no pudo ser mejor.... al finalizar el entrenamiento, todos estaban de acuerdo con el Capitán de que aquellas chicas eran las idóneas para ocupar los puestos: Alejandra como Guardiana y Carla como Cazadora... "¡¡¡Ya somos parte del equipo!!!"

Mientras, al lado del bosque, los Halcones hacían las pruebas para Guardián. Fue Julia la afortunada que consiguió el puesto....
Llegaría el momento en que ambas tendrían que enfrentarse.....

viernes, 28 de diciembre de 2007

Comienza la Competencia





Al fin era Sábado... Había sido una semana agotadora. Las clases no podían haber sido más difíciles, pero al menos, aquello avisaba de lo que se les venía encima. El año siguiente acabarían la escuela, y tendrían lugar los segundos C.A.P.A. s, que según decían eran increíblemente difíciles. Tendrían que aprovechar al máximo aquel curso si querían aprender lo suficiente como para afrontar con soltura el año que les esperaría después.
Nakor, tumbado en la cama del dormitorio de los Lobos, no dejaba de pensar en aprender los hechizos por los cuales se podían acceder a las zonas prohibidas... le encantaban las "travesuras" como él las llamaba... aunque eran mucho más que eso. Muchas veces se vió al borde de la expulsión, pero sin saber cómo, siempre se salvaba. Y como no, Joel, le acompañaba en su suerte. "Algún día, harás que nos echen.... ¡a ver qué haremos después!" le repetía una y otra vez, pero siempre era el primero que estaba dispuesto a salir por las noches a hurtadillas.
Rodrigo simplemente, pasaba de esos problemas... tenía toda la intención de ser nombrado Encargado a final de curso, en la ceremonia que tenía lugar el día antes de las vacaciones. Por eso, debía mostrar una conducta ejemplar, no como aquellos dos.

Los chicos, aún se sentían algo doloridos por los bolpes de aquellas bludgers, pero ya tenían mejor aspecto, por lo que la Señora Bernia les permitió volver a la Zona Común aquel sábado por la mañana si prometían que guardarían reposo.

Así los Lobos volvieron a la Zona Común temprano, antes del desayuno, con toda la intención de descansar.

-¡Nada de deberes! ¿no es genial? que conste que ha sido por consejo de la Señora Bernia... -decía divertido Nakor.
-Claro, claro... excusas.. -le dijo Joel que se partía de la risa.
-Siempre estais igual... ainsss... -les recriminó Rodrigo que estaba terminando sus deberes de Conocimientos del Mundo No Mágico -lo tengo todo muy atrasado, con esto del "accidente" del entrenador de quidditch -terminó poniendo énfasis con los dedos en la palabra accidente.

Mientras, en la Zona Común de los Linces, Carla, Alejandra y Gabriela, que se habían levantado tarde, arreglaban sus armarios mientras cogían algo de ropa para ir a desayunar.

-¡¡¡Por fin sábado!!!! No me lo creo.... ¡Vaya semanita! -dijo Alejandra.
-Y tanto... ha sido un horror... tengo una pila de deberes tremenda, no se cómo haré para terminarlo todo -se quejaba Gabriela.
-Vamos Gabriela... yo te ayudaré si quieres. Eso si, nos pondremos enseguida, tras el desayuno -dijo Carla que intentaba planificar las horas de estudio, sino, sería imposible llevar adelante el curso.
-Vale -dijeron Alejandra y Gabriela.

Alejandra se puso un pantalón vaquero por la rodilla, con unas botas cortas por el tobillo color chocolate y una camiseta de mangas cortas del mismo color, que ajustaba su figura gracias a un cinturón ancho de color beige. Gabriela se había puesto una falda corta de color verde, con unos zapatos de tacón amarillos, y una camiseta de tirantas y cuello vuelto de color amarillo también.
Carla, optó por un pantalón largo de cintura baja, una camiseta larga de mangas cortas de color rojo unas botas negras altas bajo el pantalón y un cinturon negro a juego.
Una vez vestidas, bajaron al Salón donde todos se arremolinaban en torno a sus mesas que estaban llenas de todo lo que podían imaginar: leche, café, té, zumos de naranja, calabaza y mora, tostadas, tortitas, galletas con forma de snitchs....
Las Linces se sentaron en seguida al ver aquello. Tenían demasiada hambre como para esperar más ante aquellas delicias.
Mientras Carla se comía un tortita con mermelada, Alejandra tomaba algo de té, y Gabriela se echaba miel en su tostada.

-No hay nada mejor que el desayuno, ¿verdad? -les decía Gabriela que miraba su tostada con cara de querer devorarla.
-Ese es tu insaciable apetito, Gabi -dijo burlonamente Alejandra.

Carla intentaba buscar a Rodrigo entre las cabezas de los Lobos, pero era misión imposible, no le veía. En ese momento, la Directora se levantó de su asiento en la mesa de los profesores.

-¡Atención por favor! ¡Atención! -comenzó a decir la Directora Almaraz.

En un segundo, todos guardaron silencio para escuchar lo que la directora tenía que decir.

-Gracias.... como habréis podido observar -continuó -hasta la fecha no han dado comienzo ni la Competición de las Casas, ni la los Partidos de Quidditch, ni los famosos Juegos Mágicos que tienen lugar cada año con el fin de promover la competitividad entre las casas, que no la competencia, y que tiene como meta proclamar vencedora a una de las Casas entre las demás.
Los profesores y yo, habíamos acordado aplazarlos a causa de que, para empezar, la primera semana de clases que es agotadora, por lo que entendimos que debíamos dejarla de adaptación. Otra causa es que los equipos de Quidditch aún no están completos, ya que algunos alumnos que ocupaban los antiguos cargos de jugadores dentro del equipo, terminaron séptimo curso, por lo que no se encuentran ya con nosotros.
Con esto quiero decir, que a partir de mañana tendrán lugar las pruebas de selección de jugadores para las cinco casas. Todo aquel que quiera presentarse, deberá dirigirse al Encargado de su Casa, que se lo comunicará tanto al Jefe de la Casa como al Capitán del equipo.
No hay que decir, que el elegido se comprometerá con su equipo durante todo el año, por lo que debo insistir en que debe pensarlo bien. Creo, que no tengo nada más que decir por el momento... muchas gracias a todos, y disfruten del desayuno.

Un aplauso acompañó a la Directora mientras se sentaba tras decir sus palabras, que al parecer, había cogido a todos de sorpresa. Todos estaban emocionados ante aquello... "¡podían pertenecer al equipo de quidditch!"
Los Lobos estaban eufóricos ante la posibilidad de volver a ganar La Copa de la Casa y la Copa de Quidditch. El año anterior habían conseguido doblete. Rodrigo, Nakor y Joel se frotaban las manos.
Mientras, las Linces no sabían qué hacer.

-¿¿¿Quidditch??? ¡Por Cassandra! ¡¡Es fantástico!! Me encantaría ser golpeadora -dijo Alejandra.
-Pues a mi el Quidditch no me interesa -dijo Gabriela indiferente.
-A mi nunca se me pasó por la cabeza, la verdad -contestó Carla, que parecía estar pensándose si presentarse a las pruebas.
-Vamos Carla, ¡Anímate! Iremos las dos a las pruebas ¿quieres?
-Emmm... pues no se... ¡qué demonios! ¿por qué no? creo que me presentaré... a mi me encanta volar... y el Quidditch es mi pasión... podría intentarlo, al fin y al cabo, el "no" ya lo tenemos ¿verdad? -expuso Carla convenciéndose, pues su verdadera razón a parte de su gusto por el deporte, era ver más tiempo a Rodrigo, y aquella era una oportunidad excepcional.
-¡Asi se habla Carla! -respondió Alejandra que estaba feliz.

En la mesa de los Halcones, Julia estaba decidida a hacer lo mismo. Se presentaría a la prueba del equipo de los Halcones "¿Por qué no?"

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Una Luz en el camino


Entró en la Zona Común con el corazón a mil, como si siguiera el galope de un unicornio, de aquellos que habitaban al lado del lago termal. Dejó su capa y la varita sobre una silla y se sentó en el sofá, nerviosa y sin atreverse a pronunciar palabra. Aquello había sido demasiado....
Cuanto más pensaba, más nerviosa se sentía. Se tumbó en el sofa, con los brazos tapando sus ojos mientras oía cómo la chimenea agotaba sus últimos chasquidos antes de desaparecer su calor. Con los ojos cerrados, pensaba... pensaba en todo lo ocurrido en la enfermería "¿Cómo me atreví a hacer aquello?" La respuesta no aparecía.... en lugar de eso, su estómago volvió a estremecerse, y un calor extraño recorrió todo su cuerpo.
Miró hacia la chimenea, mientras se preguntaba cómo actuaría la próxima vez que le viera, con más gente. Eso ni ella lo sabía. Se levantó del sofá, cogió la capa y la varita y se dirigió hacia su dormitorio, subiendo las escaleras. Cada escalón merecía más esfuerzo del habitual, estaba demasiado cansada.... demasiadas emociones para un solo día.
Abrió la puerta de su dormitorio con cuidado y se acercó a su cama sin despertar a Gabriela, la única que dormía allí en aquel momento. Se metió en la cama, de sábanas frías, e intentó dormir. Pensando en lo ocurrido se quedó dormida.
Mientras, Rodrigo no podía pegar ojo. No podía entender por qué Carla había hecho aquello... "Me besó", pensaba mientras recordaba aquel beso. Se tocó los labios con el dedo mientras pasaba su lengua por ellos, intentando saborear la sensación de los labios de Carla....

-¡¡No puede ser!!! -gritó Rodri en medio de la enfermería más alto de lo que pretendía para despúes taparse la boca con las manos.

Los tres chicos de las camas de al lado, se agitaron ante el ruido, pero no despertaron. Rodrigo los miró mientras soltaba un suspiro de alivio "casi...."
Cerró los ojos, intentando dormir, pero no podía. Aquello fue demasiado fuerte, la amiga de Julia le había besado "¿Por qué lo hizo?" se preguntaba. Se quedó dormido.

A la mañana siguiente, Alejandra ya estaba dispuesta a asistir a clases, su dedo estaba completamente curado gracias a las pociones y los cuidados de la Señora Bernia. Cuando se levantaron, fueron directas al Salón para desayunar antes de entrar en las clases.

-Menos mal que ya estás bien, Ale -dijo Gabriela mirándola.
-¡Te quedó perfecto! -bromeaba Carla mirando su dedo.
-¿Qué crees? ¿que me quedaría siempre morado y sangrando? -respondió Alejandra divertida.
-Tontaaaa -se burlaba Carla.
-Ya veg, eg que nog teniag preocupadag -dijo Gabriela llenándose la boca con media tostada untada con mermelada de frambuesas.
-Comed rápido, ¡¡llegamos tarde!! -apremió Carla que se había terminado su tostada con miel y se estaba bebiendo un té con leche casi de un sorbo.
-Carla, ¡relájate un momento, mujer! -le dijo Alejandra que ya había terminado de desayunar.
-Vamos, vamos.... -Carla se levantó, cogió su mochila de la que salía medio pergamino, y se dirigió hacia la puerta del Salón segida de Alejandra y Gabriela.

Historia de la Magia, Pociones, Transformaciones, Filosofía Magica y Adivinación. En está última, Alejandra y Carla volvieron a soportar las indirectas de Gabriela que ahora estudiaba las cartas de tarot, mientras se las echaba a las chicas.

-¡Uysss si...! aquí veo algo.... la suerte... la suerte está de tu lado, Alejandra -le dijo a la chica.
-¿¿La suerte?? ¿qué suerte? -preguntó.
-La que necesitarás más adelante...
-Emmm.... me estás rayando Gabi -respondió Alejandra que no entendía nada.
-No te puedo decir más que... sigue con tu intención de conseguir lo que quieres, que lo lograrás.
-Me asustas, Gabriela.... -respondió con los ojos muy abiertos mirando las cartas puestas sobre el tapete en la mesa de camilla.

Gabriela se reía a carcajadas.... disfrutaba con aquella asignatura, se le daba de maravilla adivinar. Ni las cartas, ni las líneas de la mano, ni los posos de té tenían secretos para ella.

-A ver, ahora cambiad de pareja -dijo el profesor.
-Te toca Carla -dijo Gabriela que sonreía maliciosamente.
-Que miedo me das, Gabi.
-De eso nada, nena.... vamos, déjame ver qué tenemos aquí.... -le dijo barajando las cartas -vamos, corta por donde quieras.
-Pues... por aquí mismo... -cortó en dos la baraja, dejando un montón algo más grande que otro.
-Ahora viene lo mejor.... -cogió las dos partes y las unió, poniendo seis cartas sobre la mesa, seguidas verticalmente, mientras ponía otras tres encima de ellas en horizontal.
-¿Qué ves? -preguntó con miedo a que Gabriela pudiera ver lo que había hecho la noche anterior.
-Pues.... ¿pero qué... es... esto? -preguntó al ver una carta a al que señalaba.
-¿¿¿El qué???
- El Amor, esta es la carta del Amor Verdadero, Carla -dijo enseñándole una carta donde se veian a un hombre, y una mujer, caminando el uno hacia el otro y unidos por un gran lazo dorado acabado en rosas rojas -y hay más.... le encontrarás el día en que la Estrella sea buscada por la Luz.

Carla no podía creer lo que estaba oyendo, "¿Aquella era su amiga Gabriela? Parecía una verdadera adivina.... ¿Era aquella su primera profecía?"

-¿Quién es Gabriela? -preguntó Carla quitándole importancia al asunto, aunque en realidad estaba demasiado interesada.... "¿Sería Rodrigo?"
-Vamos, chicos, la clase ha terminado.... ¡Recogedlo todo! cada cosa en su lugar -aunció el profesor.
-¡¡¡¡No puede ser!!!! -soltó Carla, que al parecer, se quedaría con las ganas de saber más.

Tras la clase de Adivinación, se dirigieron al Salón para almorzar. Carla se econtró con Julia por los pasillos de la entrada, que la saludó efusivamente.

-¡¡Hola Carla!! ¿cómo vas?
-¡¡¡Hola Julia!!! bien ¿y tu? -preguntó Carla con una sonrisa.
-Bien nena, muy bien.... acabo de tener Cuidado de Criaturas Mágicas.... buffff que rollo esas Saxems...
-Uys si, a Alejandra le picó una... malditas hadas endemoniadas -contestó Carla recordando el día anterior. Se le vino a la mente lo de Rodrigo, y comenzó a buscarlo por toda la mesa de los Lobos.
-¿Qué te pasa Carla?
-Nada, nada Julia.... este... nos vemos después, voy a comer, que estoy muerta de hambre -dijo sin distraerse en su búsqueda.
-Vale mi niña, nos vemos después -se fue a su mesa a comer.

Carla se dirigió a su mesa, dodne Gabriela y Alejandra, ya estaban comiendo. Se sentó, cogió un plato con carne en salsa y patatas pochas, un poco de ensalada y un vaso de zumo de arándanos. Entretanto, siguió buscando a Rodrigo entre los Lobos...."¿Seré tonta? seguirá en la enfermería..." Aquel pensamiento le revolvió el estómago.... "Seguirá enfermo... pobre..."
Tras el almuerzo, Alejandra le dijo a las chicas que debía pasar de nuevo por la enfermería para recoger una poción que debía tomar durante dos días mas, y a Carla se le cambió la cara.... ella iría estaba claro.

-Vamos todas entonces, Ale, te acompañamos -terminó diciendo Gabriela.

Doblaron la esquina donde estaba la escultura de la gran Melisana, ya estaban cerca. La puerta apareció delante de ellas. Alejandra abrió la puerta, y entró seguida por Gabriela y Carla, que estaba demasiado colorada como para pasar inadvertida.

-Pasad, pasad chicas -les dijo la Señora Bernia, que al parecer las estaba esperando.
-Señora, vengo por la poción que me indicó contra las Saxems -dijo Alejandra, que se había adelantado hasta donde estaba la enfermera.
-Claro, un segundo, voy a buscarla, ya vuelvo -respondió con una sonrisa.

Por un instante, Alejandra miró a Nakor, y Carla a Rodrigo, que no había dicho ni media palabra al ver a las chicas.

-Hola... -dijo Nakor al sentir la mirada de Alejandra.
-Hola -respondió con una sonrisa -¿estais mejor?
-No demasiado... pero nos estamos recuperando... -le dijo Nakor con cara picara.

Alejandra se ruborizó al ver la cara de aquel chico.... que no parecía estar pensando nada bueno.
Carla, por su parte, no miraba a Rodrigo "¿Y si lo sabe?" Estaba de los nervios.

-Hola Carla... -dijo el chico al ver lo esquiva que estaba.
-Ho..hola... hola Rodrigo -respondió poniéndose aún más colorada.
-¿Cómo estás? -preguntó el chico.
-Creo que debería preguntartelo yo a ti, ¿no?.... ¿estás mejor?
-Algo... si, algo mejor... lo cierto es que nos dejó bien jodidos el tio ese
-Es un maldito cabrón... -dijo Carla que estaba indignada ante los hechos.
-Si que lo es... -le respondió con una sonrisa -pero tendrá que responder ante esto... no se quedará asi la cosa...
-Debes ir ante la directora, Rodrigo...
-Ella debe saberlo ya.

Alejandra avisó a las chicas de que ya tenía su poción y que podían irse. Carla se despidió de Rodrigo, algo cortada y salieron dirección a su Zona Común. Al llegar, las chicas se quitaron los zapatos y se acercaron al fuego, sentándose en el sofá.

-Estoy cansadísima joder.... -se quejó Alejandra.
-Yo también estoy muerta -agregó Gabriela.
-Pues vayámonos a dormir, chicas -concluyó Carla, que había cogido los zapatos para subir al dormitorio.

Mientras las Linces se dirigían al dormitorio, los Lobos aún no se dormían en la enfermería. No podían... Rodrigo no dejaba de pensar en lo de Carla.... "Es simpática, y es fácil hablar con ella.... y tampoco es fea...." Su cabeza era un lio.... "Pero Julia.... ella es lo mas hermoso que he visto jamás...."

jueves, 20 de diciembre de 2007

Escapadas por la puerta de atrás


Se despertó a las 3:08 porque no dejaba de dar vueltas en la cama. Se sentó aún tapada por las mantas y se dejó caer en el cabecero de bronce. Pensaba. Pensaba qué hacer. Se pasó la mano por la frente, que la tenía aún mojada de sudor, y la dejó caer con fuerza en su regazo mientras miraba la tela amarilla de terciopelo que cubría el dosel de su cama.
"No puede ser, tengo que saber...." Ahogó su pensamiento al ver que Gabriela se revolvía en su cama. No debía hacer ruido si quería ir.
Se destapó con cuidado, cogió su bata amarilla y se la puso. Fue hacia su armario, lo abrió y cogió su capa de invisibilidad junto con su varita. Abrió la puerta de madera de cedro de la habitación y salió lo más silenciosamente que pudo. Al cerrar detrás de ella, intentó que la puerta encajara aguantándola con las dos manos, mientras al hacer "Click" cerró los ojos como si un troll hubiera caido desmayado. Miró a su alrededor y viendo que no había nadie en aquel lugar, bajó las escaleras hacia la Zona Común. Estaba desierta. Solo la chimenea jugaba con sus chasquidos provocando un dulce sonido al calor del fuego que aún estaba encendido.
Carla miró a su alrededor de nuevo antes de ponerse la capa por encima, mientras se metía la varita en el bolsillo de la bata. Abrió la puerta con cuidado y cerró tras de si para encaminarse hacia la segunda planta. Los pasillos estaban extrañamente oscuros, pues las paredes solían ser de piedra, o en alguna zona del castillo, blancas, solo se iluminaban por algunas antorchas que se sujetaban a las paredes mediante redecillas de metal. Siguió andando mientras giraba: derecha, escaleras, derecha, izquierda, mas escaleras....
Bajó las escaleras con el corazón a mil, mirando para todos lados "No seas tonta, tienes puesta la capa, nadie puede verte" pensaba, pero aún asi se sentía nerviosa. Sus pasos se escuchaban... no había duda, si alguien estaba por allí, no la vería pero sin duda la escucharía. Intentó andar de puntillas, para ver si así sus sonoros pasos dejaban de sonar, pero no funcionaba.
Se apresuró, casi corría, mientras su capa ondulaba por la parte inferior dejando ver sus tobillos, pero no le importaba, ya estaba llegando....
Giró a la derecha en la esquina donde se situaba la escultura de la gran Melisana y justo enfrente, se encontraba la puerta de la enfermería.
Respiró hondo, se situó delante de la puerta, sacó su varita y pronunció:
-¡Disiectum! -susurró mientras se agachaba hasta quedar a la altura de la cerradura de la puerta.
En seguida ésta se abrió haciendo un sonoro "Clack" que se escuchó por todo el pasillo, pero Carla ya estaba dentro.
Miró a su alrededor, buscando a la Señora Bernia. No estaba. Se acercó con cuidado a ver a su amiga Alejandra, que dormía plácidamente con una mano metida bajo la almohada y la otra por fuera de las mantas. Se puso de rodillas y le miró el dedo.... ya parecía estar curado "¡Qué magnífica poción la que le dió la Señora Bernia! Seguramente, al día sigueinte estaría con ella de nuevo en la Zona Común". Sonrió ante aquel pensamiento.
Una sensación extraña le recorrió el estómago. Se volvió hacia la puerta lentamente. No había nadie, estaba desierto, pero su atención se concentró en la cama más cercana a la puerta.
Allí estaba él.... no sabía que hacer, si acercarse o simplemente salir corriendo dando las mismas zancadas que le imponían los latidos de su corazón.
Se levantó lentamente mientras decidió pasar a verle antes de marcharse a la Zona Común. Pasó por el lado de las camas donde estaban Joel y Nakor "Pobres, no tienen muy buena pinta" pensó. Se acercaba a Rodrigo, con la imperante necesidad de echar a correr antes que alguien la descubriera, pero ya no podía. Sus ojos eran prisioneros de su dulce cara.... Aquellos ojos, que aún cerrados recordaba más azules que el mismo cielo, aquellos labios tan sensuales que podrían haber sido esculpidos por la propia Afrodita, su sonrisa, que aunque escondida ahora la sentía blanca y sincera... Y aunque ahora no estaba en sus mejores condiciones, no cabía duda, estaba enamorada de aquel Lobo.
Se acercó más para poder ver su rostro bajo la luz de la luna que entraba directamente por los grandes ventanales. "Que horrible ¿cómo han podido hacerle esto?" Su cara estaba toda palida, mientras algunos moratones afloraban en varias partes: el ojo lo tenía completamente destrozado, heridas aún sin cicatrizar amenazaban con abrise de nuevo y dejar paso a su roja sangre. Sobre el labio superior, varios cortes que rompían la sinuosa línea de su labio y que se estaban volviendo algo más oscuros a consecuencia de la incipiente cicatrización.
Miró su cuello que también tenía algunos moratones, sus hombros, de igual manera....
Y el corazón de Carla cada vez latía más deprisa. Le miraba ahí, inmóvil, con sus brazos desnudos a causa de la gran benda que tenía sobre el pecho que no podía evitar recorrer su cuerpo con la mirada, deseando cambiarse por aquella benda que ahora intentaba curarle.
Notaba los latidos en el cuello, en la garganta, como si su corazón fuera a salirse de un momento a otro de su cuerpo.
Se acercó aún más, quedando justo al lado, junto a la cabecera. Se puso de rodillas mientras no dejaba de observar sus magulladuras. Aquella visión le enternecía como si de repente Rodrigo se hibiera convertido en un niño al que debía cuidar.
Miró de nuevo sus labios, sus ojos, su cuello, sus hombros, su pecho.... No podía controlarse. Suspiró. Miró a los lados cerciorándose que estaba sola, aquello era peligroso. Se levantó la capa, se la quitó y la dejó encima de las piernas de Rodrigo, sobre la manta que le cubría.
No quiería hacerlo, pero lo deseaba.... Acercó su mano a la mejilla del chico y la acarició suavemente. Rodrigo no se movía, no se daba cuenta de lo que pasaba.
Carla levantó la mano y acarició su pelo, suave y corto, ahora algo alborotado.... sintió un impulso y llevó su mano hasta el pecho bendado, pasando su mano casi acariciándolo.
No podía soportar aquello, era superior a sus fuerzas... estaba colorada, incluso empezando a sudar....
En un arrebato, se acercó hasta los labios y le besó. Un beso dulce, lento.... sin malicia, solo simple amor. El estómago le dio un vuelco tan grande que quería gritar. Poco a poco se separó de él mientras le miraba.... ahora con otros ojos. Le deseaba, quería que despertara y le dijera que la amaba. Pero eso no sucedió, Rodrigo seguía allí, tumbado como si nada de aquello hubiera ocurrido.
Al darse cuenta de que nada ocurría, se puso de pie, cogió su capa y se la puso con la intención de salir de allí enseguida, no fuera a ser que a aquellas horas (ya eran las 5:17) alguien viniera a revisar a los pacientes. Se dirigió hasta la puerta mientras la abría con el mismo cuidado que cuando entró, miró hacia la cama de Rodrigo y desapareció entre las sombras de los pasillos de vuelta a la Zona Común.
Rodrigo dió un suspiro mientras abría los ojos.... miró hacia las camas que tenía al lado, Nakor, Joel y Alejandra estaban dormidos, y después miró hacia la puerta.... Cerró los ojos mientras pensaba que aquello no podía ser... "¿Carla? ¿Cómo es posible? si ella... ella.... es.... ¡la amiga de Julia!"

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Peligros inesperados






Por la tarde, solo tendrían una clase de Transformaciones y otra de Cuidado de Criaturas Magicas, tras eso, tendrían la tarde libre.

Tras almorzar, las chicas se fueron a las siguientes clases. En Transformaciones, tuvieron que hacer un gran esfuerzo para transformar una horquilla en un canario. Después de una hora, solo dos alumnos lo habían conseguido: Aaron y Carla. El resto, como mucho había conseguido que la horquilla se inflara hasta tomar la forma de un pajaro, pero ni siquiera se movían. Carla no consiguió que fuera un canario completamente, pero al menos, tenía forma de pájaro, con sus alas, pico, patas y demás partes. El único problema fue que no consiguió obtener el color amarillo necesario y el pájaro se quedó en canario negro. Aaron tampoco lo consiguió por completo. Por eso, antes de dar por concluida la clase, el profesor decidió poner más tarea "¿Como no?", escribir sobre la Transformación que habían llevado a cabo y cómo podrían mejorarla.

Con más tarea en un día de lo que podían soportar, se dirigieron a la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas. Éstas se daban en el patio interior, a no ser que debieran adentrarse en el bosque en busca de algun animal que no pudiera entrar en el Castillo. Aquel día estuvieron reconociendo una Saxtem, es decir, una hada de bosque, que no tenía muy buenas pulgas que digamos. Intentaba morder a quien se le acercaba. Lo peor de todo es que debían intentar que comiera alguna baya de su mano, cosa imposible por cierto.

Al acabar la clase se dirigieron a sus Zonas Comunes.


-¡Dios! Esas Saxtem son asesinas, chicas.... ¡Mirad como me ha dejado el dedo! -dijo Alejandra que lo tenía tan rojo e hinchado como un tomate.

-Creo que deberías ir a curártelo Ale -le dijo Gabriela un poco preocupada mientras veía como no dejaba de sangrarle.

-Vamos Ale, te acompaño yo si quieres -le propuso Carla que aún no tenía ganas de encerrarse a estudiar en la Zona Común.

-Está bien, chicas, iremos a la enfermería si os quedais más tranquilas -terminó Alejandra tras dar un largo suspiro.


Las tres se dirigieron a la enfermería, que estaba en la segunda planta del Castillo. Aún con las mochilas subieron las escaleras hacia el segundo piso, intentado que el camino se hiciera lo más largo posible, ninguna estaba por la labor de ponerse a hacer deberes.... "¡Qué dia más largo!" pensaban, mientras arrastraban los pies por las escaleras.

Al llegar al segundo piso, justo en la puerta se encontraron con Catalina.


-¡Hola Catalina! -saludó Gabriela, que fue la primera en verla.

-Hola chicas ¿qué haceis aqui? -preguntó.

-Alejandra, que ha sido mordida por una Saxtem -dijo poniendo los ojos en blanco y señalando con el dedo a Alejandra que estaba a su derecha.

-Espero que no sea nada grave, Alejandra -respondió la chica, sin mucho interés, pero haciendo el papel como si le importara.

-Gracias.

-¿Y tu? ¿qué haces aquí? -preguntó Carla.

-Emmm... este... ¡nada! -se apresuró a decir, mientras miraba de reojo al puerta de la enfermería -es más yo ya me iba, ¡hasta luego!


Las tres amigas se quedaron flipadas al ver la reacción de Catalina. En el tren les había parecido simpática e incluso divertida, pero en esta ocasión, la sensación fue otra.... "Esta tia es rara, pero rara, rara..."

Sin más, entraron en la enfermería, pues el dedo de Alejandra comenzaba a ponerse morado.

La sorpresa fue tremenda.


-Hola Señora Bernia.... venía porque mi d... -Alejandra se quedó callada al ver la imagen.


Las chicas no podían pronunciar palabra. Allí estaban los tres, inmóviles, tumados en las camillas.


-¿Qué les ha pasado, Señora? -preguntó Carla señalando a los enfermos.

-Nada grave, hija, el primer entrenamiento de quidditch ha sido duro, al parecer. Se calleron de sus escobas, en el entrenamiento del nuevo profesor de vuelo.

-Pero ¿cómo puede ser? si ellos han sido... este... son....

-Los mejores jugadores de los Lobos -terminó por decir Alejandra, que veía cómo Gabriela no acabaría nunca. Siempre le pasaba igual cuando se ponía nerviosa.

-Pues si, ya lo se, pero los métodos del nuevo profesor no son los más adecuados al parecer.... soltó tres pares de bludgers, contra ellos.


A Carla se le encogió el corazón al ver a Rodrigo en una de las camas, inconsciente, todo magullado por una maldita bludger... no era posible... deseaba con todas sus fuerzas que se recuperara.

Alejandra miraba con ternura a Nakor, que estaba igual o más magullado que Rodrigo.

Y Gabriela.... Gabriela simplemente no entendía cómo Alejandra, después de montar la gorda por su dedo sangrante, no se diera cuenta de que estaba manchando el suelo.


-Pero muchacha, ¡estás sangrando! -dijo la Señora Bernia al ver el dedo de Alejandra que estaba absorta mirando a aquel chico.

-¿Qué...? ¡ah! este... si, me mordió una Saxtem... -le respondió quitándole importancia.

-¿Una qué?? dios, ¿como no has venido antes? -le gritó espantada.

-¿Hay algún problema?

-¡Claro que si! ¡¡Son venenosas!! -le contestó trayendo lo más rapido que pudo gasas y una poción color morada con una consistencia simplemente asquerosa.


La Señora Bernia hizo que se tumbara en una camilla mientras le aplicaba la poción de color raro y olor apestoso. Alejandra comenzó a sentirse mareada, por el efecto del veneno, mientras la Señora Bernia le explicaba que si hubiera tardado diez minutos más, hubieran tenido que aplicar Poción de la Vida.... Aquello era serio, sin duda, debió decir a la profesora que le mordió una de aquellas hadas, que parecían inofensivas.

Las amigas de Alejandra se quedaron alli un rato, para después retirarse bajo recomendación de la Señora Bernia, pues los enfermos debían descansar.


-Volveremos mañana para ver cómo sigues, Ale -le dijeron las chicas.

-No os preocupeis, ¡estaré aquí esperandoos! -respondió la chica con una sonrisa.


Mientras se dirigían hacia la puerta, Carla miró fugazmente la cama donde se encontraba Rodrigo. "Pobre.... cómo le han dejado esas bludgers" pensaba mientras se debatía si debía acercarse o no a verle antes de salir. Al final, y bajo la mirada severa de la Señora Bernia, decidió salir, pero no muy conforme....


-¿Has visto Gabriela? -preguntó Carla -ahí estaban esos Lobos.... -se calló mordiéndose el labio y rizando un mechón de su pelo en el dedo índice.

-Si.... pobres... maldito profesor.... -le respondió.

-¡No hay derecho! no se nos puede tratar asi... y si esto ha pasado el primer dia ¿te imaginas qué pasará a mediados de curso? -sin duda estaba indignada.


Las dos se dirigieron a la Zona Común para intentar dormir un poco... habían pasado toda la tarde en la enfermería sin a penas darse cuenta... y al día siguiente deberían volver para ver cómo seguía su amiga... pero.... ¿qué pasaría con los Lobos? ¿Se recuperarían rápido?

Carla cerró los ojos con fuerza para intentar volver a ver aquella imagen en la enfermería.... "parecía tan tranquilo e indefenso..." Solo una palabra le vino a la mente mientras se quedaba dormida:


"Rodrigo...."

lunes, 17 de diciembre de 2007

Miradas





Al día siguiente todos se levantaron temprano. Comenzaban las clases y todos debían asistir sin excepción alguna.

Carla se levantó contenta, aún aturdida por la mala noche, pero con la nueva esperanza de que se encontraría con Rodrigo. Seguramente, no en clase, pues cada curso y casa daban clases por separado, pero sí en la comida, o quizá en la merienda, en los terrenos... debía encontrarle de nuevo.

Tras ponerse el uniforme, cogió sus libros, un pergamino y su puma y lo metió todo en su mochila. Salió de la Zona Común seguida por Alejandra y Gabriela que habían hecho lo mismo y se dirigieron hacia el Comedor para tomar el desayuno antes de empezar las clases.

Estaba lleno de alumnos que se agolpaban en la mesa de su casa, sentándose para desayunar, riendo tras alguna broma, preparando sus utensilios de clase, o simplemente leyendo El Mundo Mágico para enterarse de las últimas noticias.


-Vamos chicas, desayunemos rápido o llegaremos tarde a la primera clase -dijo Alejandra.

-Yo no tengo mucha hambre de todas formas -respondió Carla que estaba más interesada en buscar a Rodrigo en la mesa de los Lobos.

-¡Buenos días!

-¡Hola Julia! -le respondió Carla que no le había visto llegar -¿cómo estás?

-Muy bien nena, dormí estupendamente... como un tronco, para no variar.


Las chicas comenzaron a reirse. Pero lo que no sabían Alejandra y Gabriela, es la verdad que había detrás de esas palabras. Este año fue el primero en que coincidieron en el dormitorio con Carla, que ya las había puesto al día sobre las aficciones de Julia. Tras unos minutos de charla matutina, las chicas se despidieron de Julia que fue a sentarse junto a sus compañeros Halcones, mientras las tres Linces hacían lo propio en su mesa.

Comieron hasta hartarse: tostadas con miel, pastas de higos, zumo de naranjas, tortitas con mermelada de arándanos, cafe... Cuando ya no podían más, se levantaron dispuestas a dar su primera clase.

Les tocaba Alquimia, una de las asignaturas favoritas de Carla. Echaba de menos a su profesor, a Arturo... que delicia verle por las mañanas... Pero aquello ya pasó. Arturo ya no daba clases para los de sexto, se quedó en cuarto, por no mencionar que decidió irse del Castillo y alquilar un ático en Sanchotello tras enterarse de aquello. Se puso colorada al pensarlo... ¿quién iba a pensar que aquella niñata se lo diría al profesor? "¿y ella se hacía llamar amiga? Maldita", como la odiaba por rebelar aquel secreto...

Desde entonces se había vuelto algo más cauta con sus amistades, y sobre todo, ya no les contaba a sus amigas secretos tan importantes, solo a Julia que era su mayor confidente.

Tras varias nociones sobre cómo poder hacer el Agua de la Juventud Eterna, cambiaron de clase. Ahora tenían Pociones. Otra asignatura divertida para ella, le encantaba. Experimentaron con la Poción de la Vida, en la que era posible devolvérsela a alguien que hubiera muerto de manera natural siendo el tiempo inferior a dos horas. Probaron con una pequeña mariposa a la que debieron matar antes. Según la profesora, esta poción caería en los próximos C.A.P.A.s (Control de Aptitudes Prácticas en Adultos), y como no, era digna de aquello, pues era bastante difícil de obtener. Nadie consiguió hacerla, por lo que la profesora decidió revivir a las mariposas con la suya, y puso como tarea escribir un pergamino sobre los ingredientes y cómo se obtenía la Poción de la Vida.

Los alumnos salieron muy decepcionados, aquello fue demasiado para el primer día de Pociones, y Carla se dio cuenta de que debería estudiar mucho más que para sus primeros C.A.P.A.s.

Tras esta, tocaba una clase de Adivinación. Era la peor asignatura para Carla, no le gustaba nada. Sin embargo, era la favorita de Gabriela, que entró emocionada. Se sentaron en una mesa de camilla tapada por una hermosa tela de raso color ámbar. Bajo las instrucciones del profesor, las chicas se leyeron las manos unas a otras mientras debían decir qué es lo que veían. Carla y Aljandra miraban a Gabriela algo alucinadas, ya que la chica no sabía más que sonreir mientras miraba las líneas atentamente.


-¿Qué estará viendo? -le susurraba Alejandra a Carla.

-A saber -le contestó mirándola de reojo.

-Cosas interesantes... muy interesantes... -respondió Gabriela mientras leía las líneas de Carla.


Tras dos horas de Adivinación, las chicas salieron de la clase como alma que lleva el diablo hacia el Comedor, tenían un hambre voraz.


-Por Merlín menudo primer día... -dijo Carla mientras se sentó fuertemente en la mesa de los Linces y cogió un plato para llenarlo de todo lo que pudiera -¡¡¡Qué hambre!!!

-Y tanto nena... -Alejandra hizo lo mismo.

-Teneg cuigago, no podreiz con togo ego.. -dijo Gabriela que ya estaba comiendo.


Mientras, en la mesa de los Lobos, Rodrigo, Joel y Nakor estaban igual o quizá más hambrientos. Comían sin parar, a dos manos: mientras en una sujetaban muslos de pollo, en la otra sujetaban empanada de atún.

Rodrigo lanzó una mirada fugaz a la mesa de los Halcones, desde la que Julia lo miraba y no paraba de reir.

Éste se compuso. Soltó la empanada y el muslo de pollo en el plato, cogió el tenedor y el cuchillo y comenzó a cortar el pollo. De vez en cuando miraba de reojo a Julia, que ahora lo miraba con una sonrisa.

Carla, por su parte, estaba demasiado ocupada mirando a Rodrigo como para percatarse de que el objetivo de las miradas del chico era su amiga Halcón. Lo había visto "Por fín", y lo mejor de todo es que aún quedaba toda la tarde por delante....

domingo, 16 de diciembre de 2007

ANDRÉS






Nombre: Andrés Romeo Castro.

Fecha de nacimiento: 21/9/1991 (Virgo).

Lugar de residencia: Prado (Lugo, España).

Linaje: Mestizo.

Madre: Adela Castro Geras (bruja, ayudante de Beatriz, la fabricante de varitas).

Padre: Damián Romeo Hortiz (muggle, dueño de un gimnasio).

Hermanos: Marcos (mago, 1o años).

Novios/as: Olivia Molina, de los Halcones, un rollo tras la fiesta de Navidad en 3º.

Amorios: La profesora de Astronomía, lo trae de cabeza.

Amigos: Carla Mora Barona, Alejandra Rodríguez Aizaran, Catalina Doria Fontana, Gabriela Baltanás Sena, Joel Casaus Ripol, Nakor Alcain Gabika y Rodrigo Iscar Galán.

Mascota: Lexus (lechuza parda).

Pertenencias: Capa de invisibilidad, regalada por su padre ante las notas de los C.A.P.A.s; caldero de cobre medida 6; pluma de pato salvaje; una caja donde guarda una medalla por servicios a la Escuela.

Varita: Madera de parra, 29 cm., núcleo de escamas de dragón, clara, lisa, flexible, excelente para Encantamientos.

Habilidades: Volar en su Wicca 3200; es muy silencioso; muy bueno en, Transformaciones, Defensa Contra las Artes Oscuras, Encantamientos y Adivinación.

Patronus: Caimán.

Boggart: No tener amigos.

Profesiones: Querría ser entrenador de quidditch, o trabajar como Auror para el Ministerio.

Aficiones: Volar en su escoba, es golpeador de los Delfines; correr por el bosque al amanecer; jugar al ajedrez mágico; leer sobre temas muggles; seguir los líos de Nakor y Joel.

Curso escolar: 2008-2009

Casa: Delfines

Asignaturas preferidas: Transformaciones Adivinación, Astronomía y Defensa Contra las Artes Oscuras.

C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Sobresaliente de media, Matricula de Honor en Astronomía.

Sala Común: Comparte habitación con Josep Hornedo Iglesias y Ignacio Llanez Maestro.

Color de los ojos: Negros

Cabello: Moreno, corto.

Otras características: Un pendiente en la ceja.

Rasgos psicológicos: Divertido, cariñoso, extrovertido, simpático, inteligente, arriesgado, valiente.

Gustos: Adora la empanada gallega, sobre todo la que hace su madre ; la queimada ; el zumo de calabaza y la cerveza de mantequilla.

Otros: Le gustan las chicas sencillas.

JOEL




Nombre: Joel Casaus Ripol.

Fecha de nacimiento: 28/5/1991 (Géminis).

Lugar de residencia: Barna (Barcelona, España).

Linaje: Mestizo.

Madre: Aina Ripol Coque (bruja, creadora de pociones curadoras).

Padre: Carles Casaus Maragall (muggle, regente de un bar de copas).

Hermanos: No tiene.

Novios/as: Rebeca Camacho, de los Osos, un mes en 3º (para probar).

Amorios: La profesora de Astronomía, Alba Rojas es su amor platónico (no entiende el por qué). A parte de ella, no le interesan las chicas.

Amigos: Carla Mora Barona, Alejandra Rodríguez Aizaran, Catalina Doria Fontana, Gabriela Baltanás Sena, Andrés Castro Romeo, Nakor Alcain Gabika y Rodrigo Iscar Galán.

Mascota: Roco (lechuza blanca con manchas pardas).

Pertenencias: Capa de invisibilidad, la obtuvo en una apuesta contra un Oso; caldero de acero medida 5; pluma de yaco; anillo familiar con una piedra de onix.

Varita: Madera de sauce, 30 cm., núcleo de pelo de unicornio, oscura, no flexible, excelente para Defensa Contra las Artes Oscuras.

Habilidades: Volar en su Wicca 4001; tocar el bajo; muy bueno en Transformaciones, Defensa Contra las Artes Oscuras, Historia de la Magia y Alquimia.

Patronus: Cebra.

Boggart: Perder a sus padres.

Profesiones: Querría ser cazador de Los Rayos, o trabajar como Auror.

Aficiones: Volar en su escoba, es cazador de los Lobos; nadar a solas en el lago termal cercano a Salmanfortis; jugar a los gobstones explosivos; la música; coleccionar pósters de los equipos internacionales de quidditch; seguir los líos de Nakor.

Curso escolar: 2008-2009

Casa: Lobos

Asignaturas preferidas: Transformaciones y Defensa Contra las Artes Oscuras.

C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Sobresaliente en casi todas, y Matrícula de Honor en DCAO.

Sala Común: Comparte habitación con Nakor Alcain Gabika y Rodrigo Iscar Galán.

Color de los ojos: Celestes

Cabello: Rubio, corto.

Otras características: Un lunar en su labio inferior.

Rasgos psicológicos: Divertido, cariñoso, extrovertido, simpático, inteligente, arriesgado, seductor.

Gustos: Le encanta el pa amb tomàquet ; seguir la liga de quidditch ; el chocolate con leche.

Otros: Siempre sale con Nakor por las noches a hacer trastadas.

NAKOR





Nombre: Nakor Alcain Gabika.

Fecha de nacimiento: 11/12/1991 (Sagitario).

Lugar de residencia: Bilbao (País Vasco, España).

Linaje: Mestizo.

Madre: Izaskun Gabika Eibar (muggle, doctora).

Padre: Zeian Alcain Olaiz (mago, vendedor de calderos para Sanchotello).

Hermanos: Elaia (30 años, casada con un muggle).

Novios/as: Ainara Torralde, en 4º durante las vacaciones de verano (muggle).

Amorios: A parte de Ainara, no se ha fijado en nadie más.

Amigos: Carla Mora Barona, Alejandra Rodríguez Aizaran, Catalina Doria Fontana, Gabriela Baltanás Sena, Andrés Castro Romeo, Joel Casaus Ripol y Rodrigo Iscar Galán.

Mascota: Dennis (lechuza).

Pertenencias: Capa de invisibilidad, regalo de cumpleaños de su hermana Elaia; caldero de cobre medida 5; pluma de ninfa; ajedrez mágico edición coleccionista; colgante con forma de estrella de tres puntas que se giran al final (símbolo celta).

Varita: Madera de saúco, 31 cm., núcleo de nervio de corazón de dragón, oscura y lisa, flexible, excelente para Transformaciones.

Habilidades: Volar en su Wicca 3100; meterse en lios con los Encargados; jugar al ajedrez mágico; muy bueno en Transformaciones, Defensa Contra las Artes Oscuras, Adivinación y Alquimia.

Patronus: Tigre blanco.

Boggart: Estar solo, sin su familia ni sus amigos.

Profesiones: Querría ser buscador de Las Saetas Doradas de Bilbao, o trabajar en el Ministerio de Magia, en la Sección de Deportes Mágicos.

Aficiones: Volar en su escoba, es buscador de los Lobos; comprar accesorios para su escoba; nadar; jugar al ajedrez mágico; la música; coleccionar snitchs.

Curso escolar: 2008-2009

Casa: Lobos

Asignaturas preferidas: Transformaciones, Alquimia y Adivinación.

C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Sobresaliente en casi todas, con algunas Notables.

Sala Común: Comparte habitación con Joel Casaus Ripol y Rodrigo Iscar Galán.

Color de los ojos: Verdes

Cabello: Castaño claro, medio.

Otras características: Lunar sobre su perilla, pendiente en el labio inferior (lado izquierdo).

Rasgos psicológicos: Divertido, alegre, cariñoso, extrovertido, simpático, liante, seductor.

Gustos: Comida vasca, sobre todo el marmitako; seguir la liga de quidditch ; leer sobre los equipos internacionales de quidditch.

Otros: Adora salir por la noche mientras todos duermen.

GABRIELA





Nombre: Gabriela Baltanás Sena.

Fecha de nacimiento: 15/6/1992 (Géminis).

Lugar de residencia: Alcalá de Henares (Madrid, España).

Linaje: Mestizo.

Madre: Sofía Sena Lorca (muggle, periodista de una revista local).

Padre: Rafael Baltanás Caroso (mago, diseñador de escobas voladoras).

Hermanos: No tiene.

Novios/as: Salvador García, dos meses en segundo.

Amorios: Miguel Fernández, ayudante de su padre.

Amigos: Carla Mora Barona, Alejandra Rodríguez Aizaran, Catalina Doria Fontana, Nakor Alcain Gabika, Andrés Castro Romeo, Joel Casaus Ripol y Rodrigo Iscar Galán.

Mascota: Nina (gata, raza angora).

Pertenencias: Capa de invisibilidad comprada por su padre para navidad; caldero de bronce medida 4; pluma de pavo real albino; recordadora.

Varita: Madera de roble, 28 cm., núcleo de pelo de unicornio, oscura, muy flexible, excelente para Encantamientos.

Habilidades: Escribir historias; "devorar" libros; bailar; muy buena en, Transformaciones, Encantamientos, Adivinación y Numerología.

Patronus: Guepardo.

Boggart: La separación de sus padres.

Profesiones: Querría ser dueña de una tienda de mascotas, o trabajar en el Ministerio de Magia, en la Sección de Misterios Mágicos.

Aficiones: Nadar; comprarse chalecos de diferentes colores; jugar al ajedrez mágico; volar en escoba; colecciona bufandas.

Curso escolar: 2008-2009

Casa: Linces

Asignaturas preferidas: Transformaciones, Encantamientos y Adivinación.

C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Sobresaliente en casi todas, con algunas Matrículas de Honor.

Sala Común: Comparte habitación con Carla Mora Barona y Alejandra Rodríguez Aizaran.

Color de los ojos: Marrón claros.

Cabello: Morena, larga y rizada.

Otras características: Lunar en la comisura del labio.

Rasgos psicológicos: Divertida, alegre, inteligente, cariñosa, extrovertida, simpática, con carácter.

Gustos: Al zumo de naranja natural antes de las comidas; ver partidos de quidditch de las diferentes casas; leer Corazón de Luna; jugar a "confesiones" con sus compañeras de cuarto.

Otros: Le encanta jugar con su gata.

ALEJANDRA





Nombre: Alejandra Rodríguez Aizaran.

Fecha de nacimiento: 7/4/1992 (Aries).

Lugar de residencia: Callosa de Segura (Alicante, España).

Linaje: Mestizo.

Madre: Valeria Aizaran Falcó (bruja, dueña de una tienda de ingredientes para pociones).

Padre: Pedro Rodríguez Salmerón (muggle, bombero).

Hermanos: Javier (muggle, 15 años).

Novios/as: Tomás Arteson, de los Halcones, un mes en 3º.

Amorios: Un chico muggle, Valentín su amigo de toda la vida, pero él no se fijó en ella.

Amigos: Carla Mora Barona, Gabriela Baltanás Sena, Catalina Doria Fontana, Nakor Alcain Gabika, Andrés Castro Romeo, Joel Casaus Ripol y Rodrigo Iscar Galán.

Mascota: Rodolfo (un micropuff violeta).

Pertenencias: Capa de invisibilidad comprada en Sanchotello; Cassandra's 2008; caldero de peltre medida 4; pluma de garza; una snitch.

Varita: Madera de aliso, 19 cm., núcleo de pelo de unicornio, plateada, lisa, poco flexible, excelente para Defensa Contra las Artes Oscuras.

Habilidades: Hablar por los codos; hacer reir a todos; jugar al ajedrez mágico; volar en su Cassandra's 2008; muy buena en, Transformaciones, Defensa Contra las Artes Oscuras, Alquimia y Astronomía.

Patronus: Leona.

Boggart: La oscuridad.

Profesiones: Querría ser jugadora de quidditch profesional (quizá Cazadora de Las Flechas), o trabajar en el Ministerio de Magia, en la Sección de Deportes y Juegos Mágicos.

Aficiones: volar en su escoba; estudiar duro para los examenes finales tumbada en la cama; quedarse hasta tarde delante de la chimenea de la Zona Común; coleccionar disfraces muggles.

Curso escolar: 2008-2009

Casa: Linces

Asignaturas preferidas: Transformaciones, Defensa Contra las Artes Oscuras, y Astronomía.

C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Sobresaliente de media.

Sala Común: Comparte habitación con Carla Mora Barona y Gabriela Baltanás Sena.

Color de los ojos: Marrones claros.

Cabello: Moreno, suave y lacio.

Otras características: Lunar en el cuello, pequeños lunares en los hombros.

Rasgos psicológicos: Divertida, alegre, inteligente, seductora, cariñosa, extrovertida, dulce.

Gustos: Chocolate en taza; la comida italiana; leer sobre quidditch; pasear a la luz de la luna.

Otros: Es muy amiga de sus amigos.


CATALINA





Nombre: Catalina Doria Fontana.

Fecha de nacimiento: 2/1/1992 (Capricorino).

Lugar de residencia: Castro del Río (Córdoba, España).

Linaje: Puro.

Madre: Aurora Fontana Brena (bruja, escritora de libros de texto para Salmanfortis).

Padre: Ramiro Doria Caballero (mago, Aspirante a Ministro de Magia, colabora con el Ministro actual).

Hermanos: Leonor (bruja, 2 años).

Novios/as: Lucas Caldevilla, salieron cinco meses en 4º.

Amorios: Le encanta Nakor, de los Lobos.

Amigos: Carla Mora Barona, Alejandra Rodríguez Aizaran, Gabriela Baltanás Sena, Nakor Alcain Gabika, Andrés Castro Romeo, Joel Casaus Ripol y Rodrigo Iscar Galán.

Mascota: Indra (lechuza parda).

Pertenencias: Capa de invisibilidad heredada de su padre al entrar a la Escuela de Magia y Hechicería; caldero de bronce medida 5; pluma de ánade; una pulsera de plata donde pone su nombre.

Varita: Madera de abedul, 22 cm., núcleo de escamas de dragón, oscura, con florituras, muy flexible, excelente para Transformaciones.

Habilidades: Tocar el violín; preparar pociones muy complicadas; muy buena en, Transformaciones, Encantamientos, Alquimia y Numerología.

Patronus: Iguana.

Boggart: Perder a sus padres.

Profesiones: Querría ser diseñadora de túnicas, o trabajar en el Ministerio de Magia, en la Sección de Accidentes y Catástrofes en el Mundo de la Magia.

Aficiones: Buscar "víctimas"; la música; los chicos guapos; estudiar en la biblioteca.

Curso escolar: 2008-2009

Casa: Osos

Asignaturas preferidas: Transformaciones, Encantamientos y Alquimia.

C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Matrícula de Honor en casi todas.

Sala Común: Comparte habitación con Rebeca Camacho Cano y Violeta Duque Espinar.

Color de los ojos: Grises camaleónicos.

Cabello: Castaño claro, media melena ondulada.

Otras características: Lunar en el hombro. Se maquilla de forma natural.

Rasgos psicológicos: Enigmática, alegre, inteligente, seductora, cariñosa, extrovertida, un poco rara.

Gustos: El té rojo con leche y canela; pastas árabes de dátiles e higos; leer Corazón de Luna; largos baños con sales minerales de olor a pétalos de rosa.

Otros: En ocasiones le gustaría ser mas normal (incluso de sangre mestiza).

JULIA





Nombre: Julia Sanes Roca.


Fecha de nacimiento: 20/8/1992 (Leo).


Lugar de residencia: Alcázar (Granada, España).


Linaje: Mestizo.


Madre: Flora Roca Linares (muggle, vendedora de casas).


Padre: Tomás Sanes Mondragón (mago, entrenador de el equipo de quidditch de Alcázar).


Hermanos: Octavio (mago, 7 años).


Novios/as: Su vecino muggle, con once años, salieron tres semanas.


Amorios: Julen, de los Linces, era su amor platónico desde segundo; César, golpeador de los Delfines, se enrrollaron dos días seguidos, pero nada más; Carlos de los Osos, dos meses. Con él perdió la virginidad en quinto.


Amigos: Carla Mora Barona (desde primero), Alejandra Rodríguez Aizaran, Gabriela Baltanás Sena, Catalina Doria Fontana, Nakor Alcain Gabika, Andrés Castro Romeo, Joel Casaus Ripol y Rodrigo Iscar Galán.


Mascota: Tör (gato, raza maine coon).


Pertenencias: Capa de invisibilidad de la tienda de Sanchoetello; caldero de cobre medida 4; pluma de garza, regalada por su madre al entrar en Salmanfortis; un colgante con una estrella de cinco puntas.


Varita: Madera de avellano, 20 cm., núcleo de nervios de corazón de dragón, clara, con florituras, no muy flexible, excelente para Defensa Contra las Artes Oscuras.


Habilidades: Sacar toda la información necesaria a quien le interesa; jugar a los gobstones explosivos; muy buena en, Transformaciones, Defensa Contra las Artes Oscuras, Historia de la Magia y Numerología.


Patronus: Grulla.


Boggart: La soledad.


Profesiones: Querría ser reportera de quidditch, o trabajar en el Ministerio de Magia, en la Sección de Seguridad Mágica.


Aficiones: Pasear por los terrenos del Castillo; el quidditch; cotillear; hacer fiestas de pijamas con sus compañeras Halcones.


Curso escolar: 2008-2009


Casa: Halcones


Asignaturas preferidas: Historia de la Magia, Defensa Contra las Artes Oscuras y Transformaciones.


C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Sobresaliente de media con alguna Matrícula de Honor.


Sala Común: Comparte habitación con Olivia Molina Muñoz y Zulema Almandoz Jimeno.


Color de los ojos: Azules.


Cabello: Rubio, media melena.


Otras características: Cara angelical. Le encanta el brillo de labios.


Rasgos psicológicos: Cotilla, alegre, divertida, inteligente, seductora, cariñosa, extrovertida, con carácter.


Gustos: Las galletas de chocolate y menta; los largos paseos por el bosque; leer sobre las brujas y magos famosos; ver partidos de quidditch; investigar el castillo; dormir mucho.


Otros: Le gustaría ser Lince.

sábado, 15 de diciembre de 2007

RODRIGO




Nombre: Rodrigo Iscar Galán.

Fecha de nacimiento: 17/11/1991 (Escorpio).

Lugar de residencia: Santi Ponce (Sevilla, España).

Linaje: Puro.

Madre: Blanca Galán Castro (Bruja, directora del banco ).

Padre: Ricardo Iscar Duque (mago, encargado de la Sección de Cooperación Mágica Internacional en el Ministerio de Magia Español).

Hermanos: No tiene.

Novios/as: Diana Alcaraz García, tres meses en 4º.

Amorios: Siente algo por Julia.

Amigos: Julia Sanes Roca, Alejandra Rodríguez Aizaran, Gabriela Baltanás Sena, Catalina Doria Fontana, Nakor Alcain Gabika, Andrés Castro Romeo, Joel Casaus Ripol y Carla Mora Barona.

Mascota: César (lechuza albina).

Pertenencias: Capa de invisibilidad de herencia familiar; caldero de bronce medida 5; pluma de pavo real, era de su padre; pensadero de bolsillo, se lo regaló su abuelo, junto a sus recuerdos que aún se conservan dentro; cadena de plata con una snitch.

Varita: Madera de bejuco, 31 cm., núcleo de nervios de corazón de dragón, oscura y lisa, flexible, excelente para transformaciones.

Habilidades: Correr; encandilar a las chicas con su encanto natural (aunque él no lo sabe); jugar al ajedrez mágico; volar en su escoba Wicca 4000; muy bueno en Pociones, Transformaciones, Defensa Contra las Artes Oscuras y Alquimia.

Patronus: Zorro polar.

Boggart: Muerte de algún ser querido.

Profesiones: Querría ser Auror, trabajar en la Sección de Cooperación Mágica Internacional como su padre, Jugar como Guardían en Los Rayos o ser fichado por el equipo Nacional de Quidditch.

Aficiones: Estudiar el último día; el quidditch, es guardián de los Lobos; bañarse en el lago termal; hablar sobre quidditch con sus amigos.

Curso escolar: 2008-2009

Casa: Lobos

Asignaturas preferidas: Pociones, Alquimia, Defensa Contra las Artes Oscuras y Transformaciones.

C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Sobresaliente de media.

Sala Común: Comparte habitación con Nakor Alcain Gabika y Joel Casaus Ripol.

Color de los ojos: Azules.

Cabello: Castaño, medio.

Otras características: Siempre lleva barba de dos días. Lleva un anillo que le regaló su padre en su anterior cumpleaños.

Rasgos psicológicos: Arriesgado, valiente, divertido, inteligente, seductor, cariñoso, detallista, ordenado.

Gustos: Café; la lluvia; leer libros de quidditch; volar en su escoba; estar a solas de vez en cuando; escuchar música.

Otros: Quiere ser Encargado de su casa.

CARLA






Nombre: Carla Mora Barona.

Fecha de nacimiento: 10/2/1992 (Acuario).

Lugar de residencia: Punta Umbría (Huelva, España).

Linaje: No Mágico.

Madre: Olimpia Barona Ares (muggle, profesora de primaria).

Padre: Aníbal Mora Ribero (muggle, director de banco).

Hermanos: Pablo ( 20 años, estudia en una universidad muggle). Graciela (12 años, estudia en una escuela muggle).

Novios: Nunca le han interesado realmente, hasta ahora. Tuvo varias relaciones que quiere olvidar.

Amorios: Arturo Rey, su profesor de Alquimia en 4º.

Amigos: Julia Sanes Roca (desde primero). Ahora también Alejandra Rodríguez Aizaran, Gabriela Baltanás Sena, Catalina Doria Fontana, Nakor Alcain Gabika, Andrés Castro Romeo, Joel Casaus Ripol y Rodrigo Iscar Galán.

Mascota: Odín (lechuza).

Pertenencias: Capa de invisibilidad comprada en Sanchotello al entrar en primero; una Cassandra's 2008; plumas de faisán heredadas de su abuela; caldero de acero, una reliquia encontrada en el desván de la casa de su abuela, varios frascos de onix para pociones.

Varita: Madera de serbal, 23 cm., núcleo de pelos de unicornio, dorada florituras, flexible, excelente para encantamientos.

Habilidades: Cantar; pintar; jugar al ajadrez mágico; volar en su escoba Cassandra's 2008, aunque no juega en el equipo de quidditch de su casa; muy buena en Pociones, Encantamientos y Alquimia.

Patronus: Rinoceronte.

Boggart: No encontrar el amor.

Profesiones: Querría ser alquimista, sanadora en "Hechicera Morgana", o inventora de pociones.

Aficiones: Estudiar, sobre todo Pociones y Alquimia; el quidditch; pasear por los terrenos cercanos al lago termal; hablar con sus amigas sobre todo, menos de chicos; es seguidora de Los Rayos y Los Tornados de Valencia; colecciona conchas de mar.

Curso escolar: 2008-2009

Casa: Linces

Asignaturas preferidas: Pociones, Encantamientos, Alquimia, Defensa Contra las Artes Oscuras y Transformaciones.

C.A.P.A.s: Sacó muy buenas notas, Matricula de Honor en todo.

Sala Común: Comparte habitación con Alejandra Rodriguez Aizaran y Gabriela Baltanás Sena.

Color de los ojos: Verdes.

Cabello: Castaño, brillante y largo.

Otras características: Lunar en la mejilla. Siempre huele a canela a causa de su gel de baño. Anillo de Jade, herencia familiar ancestral.

Rasgos psicológicos: Timida, curiosa, divertida, inteligente, enamoradiza, cariñosa, detallista, cotilla.

Gustos: Chocolate negro; el olor a regaliz y la hierba mojada; mojarse con la lluvia; un buen libro muggle (novelas caballerescas e históricas); volar en escoba; los Lobos.

Otros: Desea que alguien se fije en ella.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Sueños y desconciertos..




Aquel día había sido simplemente perfecto. Carla no recordaba nada igual, más que nada porque nunca había le había visto. "¿Cómo era posible?" No lo podía creer.... Estaban en el mismo curso, con total seguridad, ambos habían coincidido en alguna clase, y jamás se había fijado. Todo se lo debía a su general despiste. Nunca se fijaba en las cosas, ni en la gente. Pero esta vez lo hizo.
Al llegar a la puerta de la Zona Común, el Encargado pronunció un hechizo que acompañó con un movimiento de varita:


-¡Aperio ianua! -dijo mientras de la varita salian algunas chispas doradas que se unian a la puerta para dejar que se abriera.


Parecía fácil, si, pero para que llegara a abrirse, el hechizo debía decirse pensando en la palabra que abría la puerta, que no aparecía en el conjuro, por lo que ningún alumno que no fuera de la casa podía entrar. La clave era pensar en la palabra "Clavis"
Tras ellos, la puerta debía cerrarse diciendo "Clausum", y eso fue lo que hizo el Encargado.
Una vez dentro, los chicos comenzaron a repartirse por la Zona Común. Mientras la mayoría había decidido acostarse por el cansancio del viaje, Carla, Alejandra y Gabriela se quedaron en el sofa, delante de la más hermosa chimenea jamás vista. Les encantaba ser Linces... para ellas, era la mejor casa del mundo.
Al cabo de diez minutos se habían quedado a solas las tres, todos los demás estaban en sus dormitorios.
Carla, aún no tenía ganas de dormir... ¿cómo lo haría despues de tantas emociones? No tenía sueño, sus ojos parecían platos mientras miraba el fuego de la chimenea de mármol.

-...verdad Carla? -preguntaba Alejandra.
-¿Emss? qu... ¿qué pasa? ¿es a mi? -dijo distraída.
-Claro... ¿a quién más? -respondió Gabriela que la miraba levantando una ceja.
-Lo siento chicas, no escuché lo que me decíais.
-Se nota, se nota... ¿en qué piensas Carla? -preguntó Gabriela con curiosidad.
-En nada... -se apresuró a decir la chica -creo que me iré a dormir, me siento algo cansada, y mañana empiezan las clases... debemos estar listas.
-Cierto, deberíamos irnos a la cama -concluyó Alejandra.

Las tres chicas se levantaron del sofá y subieron las escaleras para entrar en el cuarto común que las tres compartían. Carla se puso el pijama lo más rápido que pudo, pues tenía bastante frío, y se metió en la cama, aún inmersa en sus cabilaciones... "Rodrigo...." Sin duda, había sido el mejor descubrimiento que había echo en mucho tiempo. Su mirada, con esos ojos azules que quitaban el hipo, su sonrisa, sus labios, sus perfectos dientes, su cabello moreno, que junto con los ojos le daban un aspecto totalmente irresistible, su espalda fuerte y hombros anchos, su torso, que se notaba moldeado y con incipientes músculos... todo en él la llevaban a un estado de embriaguez insoportable. No podía conciliar el sueño. No con esa sensación en su estómago, y aquellas palpitaciones que sentía desde que lo vió en el Vapor.
Se dio media vuelta entre sus frías sábanas para intentar alejar los pensamientos que la rondaban, pero no lo consiguió. Su corazón era peor que las pisadas de un caballo de carreras, galopaba con una fuerza irrefrenable. "¿Qué le pasaba? Jamás había sentido eso... solo una vez, algo parecido, con el profesor de Alquimia, pero tampoco sintió aquello"... Entre tanto, se quedó dormida.
Mientras en el dormitorio de los Lobos, Rodrigo que compartía habitación con Joel y Nakor, ya estaba en la cama. También pensaba en lo ocurrido durante el día. Lo que más le había impresionado sin duda, había sido su primer encuentro con Julia, sus preguntas ansiosas, su interés en él, su mirada, su cabello rubio a la luz del sol que entraba por las ventanas del tren... En ese momento sitió algo en su estómago, y después un poco más abajo. Una opresión difícil de controlar. Se asombró al sentir aquello y se sentó en la cama para calmarse y beber un poco de agua. Alargó el brazo hacia la mesita de noche para coger el vaso. Bebió. Volvió a dar otro sorbo mientras intentaba que se le pasara aquello. Sin lograrlo, se volvió a tumbar tapándose y encogiéndose en la cama, acurrucado como un niño. Al cabo de un rato también se quedó dormido. Pasó toda la noche soñando con Julia.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

La llegada [Segunda parte]





Ante ellos comenzaron a aparecer montañas de cumbres nevadas, a pesar de que el invierno aún no había llegado. Aquel paisaje era lo más hermoso que Carla había visto jamás. Mientras miraba por la ventana del Vapor, el frío se hacía patente en el vaho que salía de sus gargantas, y que al contacto con el aire casi invernal del lugar, se tornaba en vapor blanquecino. A las chicas le empezaron a salir colores, mientras sus narices se coloreaban por el frío tras haberse puesto sus uniformes. Mientras, Rodrigo era el único que salía airoso de aquel espectáculo. Estaba acostumbrado a aquellas temperaturas gracias a sus continuos viajes a Granada por las vacaciones de Navidad.

-¡¡¡Por Merlín que frío hace!!! -dijo Julia que intentaba calentarse las manos frotándolas con fuerza.
- ¿Quieres mi bufanda Julia? -le dijo Rodrigo que ya la estaba sacando del baúl.
- Ays, si.... gracias... -paró de frotarse las manos y la cogió para ponersela alrededor del cuello demasiado liada.
-Eso, a las demás que nos zurzan, ¿verdad? -dijo Carla que tenía la nariz mas roja que un Bola de Fuego Chino.

En ese momento apareció Sanchotello, sin dar tiempo a que Rodrigo le respondiera. Era un pueblecito hermoso, casi una aldea. Tenía pocos habitantes, y mejor asi, pues la gente no mágica no debía rondar por aquellos lugares, tan cercanos a Salmanfortis. El Castillo tenía cientos de hechizos protectores ancestrales contra muggles y contra artes oscuras. Nadie podia salir o entrar del castillo mediante magia, por seguridad de los alumnos. Aquel era el lugar más seguro del país.
Poco a poco, el tren se fue deteniendo a medida que llegaba a la estación de Sanchotello. La estación era una verdadera joya arqueológica, una antigua villae romana que era utilizada para dar la bienvenida a los nuevos alumnos, algo apartada del pueblo para mayor seguridad ante los curiosos ojos muggles. Al mismo tiempo, comenzaron a llegar trenes de vapor que provenían de todas partes. Desde el Norte al Sur llegaban cargados de alumnos de toda la geografía española.
En menos de diez minutos, la estación se lleno de alumnos, algunos nuevos, pero la mayoría con algo de experiencia ya sabía qué hacer. Una marea de elfos libres, que trabajaban en Salmanfortis, llegaron a la estación mientras Rodrigo y las chicas se apeaban del tren en busca de los elfos de su casa. Éstos se ponían en posición contra la pared llamando a los chicos por casa y curso.

-¡Por favor, los Linces de primero! ¡Por favor, por aquí los Linces de primero! -decía uno bajito y rechoncho.
-¡Los Lobos de primero! ¡Por favor, los Lobos de primero! -decía otra algo mas alta y delgada.


Los chicos se despidieron para ir hacia el elfo encargado de su curso, que los conduciría en coches de caballos hasta el Castillo. De seis en seis, fueron entrando en los coches, divididos por cursos. Eran altos, y de color oscuro, como los carruajes del sigo XVI, tapados para proteger a los viajeros del frio casi glacial que hacía en aquel lugar. A medida que ascendían, más frío notaban en las mejillas, pues el resto del cuerpo lo llevaban bien abrigado con sus abrigos de pieles.
Por fin, delante de ellos apareció Salmanfortis, majestuoso y enorme como un coloso, solo comparado con los fantásticos titanes enemigos del Monte Olimpo. Así se erguía el robusto Castillo.

-¡Vaya! cada año me pasa igual, siempre asombra el verlo ¿verdad? -le dijo el chico que se sentaba a su lado en el carruaje.
-Ya lo creo... -respondió Carla.
-Creo que a todos nos pasa lo mismo -dijo otra chica.
-Me parece que no nos conocemos... os he visto en la zona común, pero creo que nunca hemos hablado.... -les dijo Carla.
-Es verdad. Hola, yo soy Alejandra, y ellos, Gabriela y Julen -le dijo la chica que estaba a su derecha.
-Encantada -respondió Carla, que de seguida se vió correspondida por las sonrisas de los chicos.

Siguieron charlando mientras los coches llegaban al Castillo, que se acercaba más y más a ellos.
Al llegar, los chicos se bajaron mientras se maravillaban de la magnificencia de Salmanfortis, aunque no era la primera vez que la veían. Los de primero, simplemente estaban sin habla. Con la boca abierta, miraban todo a su alrededor como si un Dragón Morado Catalán los fuera a freir en cuestión de segundos.
Los alumnos se encaminaron hacia la entrada dirigidos por los elfos, que intentaban inútilmente reunir a los de primero. Mientras subían las escaleras, Rodrigo miraba a Julia que se había quedado atrás en busca de un pendiente que se le había caido con el bullicio, pero el chico no pudo volver atras, era uno de los primeros de la fila, y los elfos comenzaban a ponerse nerviosos. No queria empeorar la situación delante de la puerta yendo en sentido contrario a la multitud.
Una vez dentro, todos los alumnos se dirigieron por orden de los elfos al Salón Principal, donde les esperaba la Directora Berta Almaraz, que junto al resto del profesorado esperaban a los de primero para iniciar la Ceremonia de Selección.
Cuando todos hubieron tomado asiento en la mesa de su casa, a saber, Linces, Lobos, Osos, Halcones y Delfines, la Directora fue llamando de uno en uno a los asustados chicos para que se presentaran delante de ella.

-Alfonso Abad, por favor.... -dijo la Directora Berta sin alzar la voz, gracias al eco del Salón.

El chico se acercó mientras miraba a sus compañeros de viaje, que dejaba atrás, mientras miraba con algo de miedo a la Directora.

-No te preocupes, solo acércate al cuadro y levanta tu mano derecha -terminó con una sonrisa tranquilizadora.

El chico se acercó al cuadro que le indicó la señora Berta. Se encontraba en medio de una gran pared del Salón, y las mesas de las casas, cinco más la de los profesores, se disponían alrededor del cuadro. En él se representaban a las Hermanas del Destino, las también conocidas como Parcas o Moiras, que tejen el destino de los hombres a partir del hilo dorado de la Vida.
Al llegar delante de él, Alfonso levantó su mano derecha que había empezado a temblar de los nervios. Las tres mujeres del retrato comenzaron a acercarse, ante la mirada del chico. Una tenía apariencia de niña, una joven de su edad, que sujetaba, junto a sus hermanas el Hilo de la Vida. A su lado otra con apariencia de mujer madura, y que cuyo rostro comenzaba a ser surcado por incipientes arrugas. La tercera, era una anciana. Ésta última era la que tejía ayudada por un Huso de pie.

-Veamos que tenemos aquí... -dijo la de apariencia juvenil.
-Levanta la mano, muchacho -le dijo la madura.
-Eso es, más arriba -continuó la anciana.
-Todo está escrito -siguió la joven.
-Nada se escapa a nuestro Destino -dijo la de mediana edad.
-Sólo tú eres dueño de tu Destino, pero nosotras lo tejemos.... -continuó la mayor -por tus facultades y virtudes, en los Osos debes estar.

En ese momento, la mesa de los Osos comenzó a gritar y aplaudir mientras Alfonso corría hacia ellos con su túnica que se había vuelto de color rojo.
De uno en uno, los de primero fueron pasando por delante del cuadro de las Hermanas, mientras las mesas se llenaban de colores: rojo, amarillo, azul, verde y morado. Un verdadero arco iris que clamaba la cena después del viaje.
En ese momento, la cena apareció en las mesas, pero los alumnos esperaban unas palabras de la Directora antes de empezar el curso.

-Bueno, como otro año más, los de primero se instalan en sus casas acogidos por el resto de alumnos y los Encargados. Solo espero que los hagáis integrarse y les expliquéis las normas. Como todos sabeis, las áreas restringidas del Castillo sólo pueden usarse con avanzada magia de séptimo curso, por lo que si algún alumno de menor edad aparece por aquellos lugares, séptimo de su casa será castigado íntegramente. Está terminantemente prohibido deambular por los pasillos del Castillo pasadas las doce de la noche. Si algún alumno tiene alma aventurera, le aconsejo que la mantenga guardada para los viajes de vacaciones. Agradeceré que al acabar la cena todos se dirijan a sus respectivas Zonas Comunes ubicadas en las cinco torres, pues hoy se ha hecho tarde y no queremos que haya problemas el primer dia.... -acabó con una sonrisa y se dirigió a la mesa de profesores para luego sentarse a comer.

Los alumnos de primero estaban algo descompuestos, pero todo pasó al ver los manjares que aparecían en la mesa: tortillas, salchichas, ensaladas, pavo, pastel de chocolate.... Todo era una delicia.
Tras una cena apabullante, los chicos se dirigieron a las torres, mientras los Encargados les indicaban el camino que debían tomar. Los chicos se despidieron a la vez que se alejaban con los alumnos de su casa. Todo en ese día había sido perfecto... el viaje, las amistades nuevas, el Castillo, la Ceremonia, la cena... todo. ¿Sería posible mejorar aquello?

martes, 11 de diciembre de 2007

La llegada [Primera parte]




El camino hacia Salamanfortis no era demasiado largo, pero aún asi, había tiempo para charlar, reir y divertirse en el Vapor. El viaje no sobrepasaba las seis horas... Por la tarde, sobre las siete, ya estarían en Sanchotello, la estación del pueblo de vacaciones junto a Salmanfortis.
Las dos horas siguientes, las pasó Julia preguntándole a Rodrigo sobre cualquier tema... daba igual: el tiempo, la familia, su casa, dónde vivía... todo era válido para averiguar mas sobre él.
Lo más extraño es que al chico, lejos de agobiarle, le parecía divertido. Respondía a las preguntas de Julia con una sonrisa. Lo cierto es que él tampoc había visto muchos sangre mestiza como les llamaban, así que tomó sus preguntas como un juego en el que tanto él como ella aprenderían el uno del otro.
-Y....¿cómo es? tu casa digo... ¿es grande? ¿dónde está? ¿tienes elfos? -preguntaba Julia ansiosa por saber.
-Woo, wooo... de una en una, ¡por favor! -le decía Rodrigo divertido -veamos... grande, pero no demasiado, en Santi Ponce... tiene mil hechizos protectores, y si, tengo tres elfos -acabó con una gran sonrisa al ver la cara de Julia.
-¡¡¡No puede ser!!! tres elfos.... que barbaridad... creía que estaban prohibidos aquí después de la Ley de Protección Elfica de 1993....
-Vaya... sabes bastante sobre leyes, em... Julia, ¿verdad?
-Si, Julia -le dijo sonriendo con cara picara.
-A ver, a ver, creo que ya esta bien Julia, deja de agobiar ya al pobre... -le dijo Carla poniendo los ojos en blanco.
- No pasa nada, no me está agobiando... es más, creo que es interesante -respondió con una mirada fugaz a Carla.
El tren seguía su curso, mientras de aquí para allá los alumnos se levantaban de sus asientos y salían de los compartimentos para estirar las piernas.
La puerta se abrió para dejar paso una larga melena castaña que se asomó con curiosidad.

-¡Hola! -dijo alegremente -¿puedo... pasar?
-Claro, pasa -dijo Rodrigo -¿cómo te llamas?
-Catalina,... como la gran Catalina de Aragón -respondió la chica orgullosa de su nombre -¿y tu?
-Mi nombre es Rodrigo, y ellas son Julia y Carla -dijo mirándolas para presentarlas.
-¡Hola! -respondieron las dos a coro, como un par de gemelas.

Catalina pasó y se sentó con los chicos. Pasaron el resto del tiempo hablando sobre ellos, sobre sus vidas, conociéndose, extrañados por no haberse cruzado antes por los pasillos de Salmanfortis. Pero a Catalina no le asombró nada que Rodrigo fuera un sangre pura, pues ella también lo era. Provenía de un largo linaje, que según ella descendía directamente de la reina por la que llevaba su nombre....

-¿Eso significa que eres de sangre real? -preguntó Julia, que ahora había cambiado de objetivo, Catalina parecía ser mas interesante que Rodrigo.
-Veo, que la realeza es mas interesante para ti... -repondió Rodrigo frente al nuevo interés de Julia por Catalina.
-Te acostumbrarás Rodrigo, ella es asi -le dijo Carla sacándole la lengua a Julia.

Entre risas transcurrió la mayor parte del viaje, con asombrosas revelaciones y como no con gran cantidad de ranas de chocolate para el camino. En breve llegarían al gran Castillo de Salmanfortis.....