lunes, 7 de enero de 2008

Más Aventuras


La oscuridad de la media noche ya había envuelto al Castillo que parecía aún más robusto con el baño de plata regalado por la luna llena, y los terrenos se habían vuelto indescifrables bajo la falta de luz, confundiéndose con el cielo en la oscura noche. Imperceptibles desde el Castillo, millones de ruidos se hacían eco en el bosque... millones de criaturas lo habitaban. Las más expectaculares criaturas mágicas convivían con animales salvajes propios de las montañas salmantinas. Linces, conejos, perdices, ciervos y zorros convivían con unicornios, centauros, duendes y saxems en perfecta armonía.
Muchos de ellos, nocturnos, se apresuraban a buscar alimento, mientras otros se dedicaban a explorar el terreno. En eso estaban dos Lobos: Nakor y Joel.
Se habían despertado una hora antes para prepararlo todo, bajo la reprochadora mirada de Rodrigo, que aún intentaba convencerlos de que se quedaran en el dormitorio.

-Chicos, por favor... ¿sabéis lo que harán si os pillan? Quedaos aqui, será mejor.
-De eso nada, Rodri. Además, no vamos a hacer nada malo... vamos a dar una vuelta a ver qué vemos -le decía Nakor que metía su brújula mágica (reciente adquisición en la tienda Mil Objetos Mágicos de Sanchotello) dentro de una pequeña mochila de piel de dragón.
-¡Eso! -le apoyaba Joel -mejor, ¿por qué no te vienes?
-Déjalo Joel, no vendrá... Rodri quiere ser Encargado -le decía serio a Joel mientras miraba a Rodrigo.
-Es normal que todos tengan aspiraciones ¿no? ¿o acaso tu no las tienes Nakor?
-Pues si, las tengo... pero no tienen nada que ver con responsabilidades de ese tipo. Lo que quiero es ¡divertirme! -le decía sonriendo.
-Espero no tener que decir "Te lo advertí" Nak. Podéis hacer lo que querais, yo me piro a la cama. Hasta mañana chicos y... tened cuidado -dijo esbozando una sonrisa que se perdió en el rostro de Rodrigo.
-Que descanses Rodri, nosotros nos vamos.

Nakor se puso la mochila a la espalda, ambos se colocaron sus capas de invisibilidad y salieron por la puerta. Bajaron las escaleras de la torre de los Lobos hasta llegar al pasillo del sexto piso. No había nadie, estaba completamente desierto. "¡Bien! mejor para nosotros" pensó Nakor mientras le indicaba a Joel sacando una mano, que podían bajar. Los dos se apresuraron de puntillas hacia las escaleras... Escalones y más escalones, parecían interminables.
De repente, apareció un Encargado de los Osos que estaba haciendo la ronda nocturna bajo la luz de su varita. El chico pasó por el lado de Joel, que tuvo que apartarse para que no chocara con él, gracias a Cassandra no resbaló pues pudo sujetarse por poco a una piedra que sobresalía en la pared. Se dejó caer hasta sentarse a causa del susto.
El Encargado se volvió "Al parecer habían hecho mucho ruido". Pero al no ver nada, se dió la vuelta y siguió con la ronda.

-¡¡¡Joder, por poco!!! -susurró Joel.
-¡Shhhh! calla, nos va a oir.... vámonos de aquí -sugirió Nakor a través de su capa.

Los dos siguieron su camino, bajando escaleras. Al fin llegaron a la entrada donde se erguía la puerta principal. Sería difícil abrirla sin que nadie se diera cuenta, la madera estaba bastante vieja, pero Nakor había pensado en todo: le haría un hechizo silenciador "Silentianuae" mientras la abría Joel con su varita.... y en menos de un segundo estarían los dos fuera del Castillo. Así fue. Los dos salieron sin problemas, gracias a que no había nadie rondando la primera planta.
Una vez fuera, Joel soltó un suspiro de alivio... aunque aún no estaban a salvo. No lo estarían hasta que de nuevo llegaran al dormitorio.

-Vamos Joel, no podemos pararnos aquí, debemos seguir...
-La verdad, es que a estas alturas me da igual comprobar si el fantasma de Alfonso VI anda por los terrenos Nakor... te lo juro. Lo que quiero es que no nos pillen, o se nos caerá el pelo... -le decía Joel mirando para todos lados.
-Eres un cagado tio. Venga, vamos -le decía mientras intentaba tirar de él sin verle.
-Vale, vale... ya voy...

Se encaminaron hacia el bosque sin ver nada, tropezando con cada rama, cada piedra, cada tocón. Cuando ya llevaban una media hora caminando a oscuras, era imposible distinguirse a si mismo, asi que decidieron encender sus varitas.

-Joel, no la enciendas demasiado, o nos podrían ver desde el Castillo... o peor, desde el otro lado del bosque.
-¡Lumos! -dijo Joel en voz baja bajo su capa, como si aún estuvieran escondiéndose, mientras se encendía la varita con una luz más tenue de lo habitual.
-Creo que así está bien, con la tuya tendremos bastante -mientras secaba la brújula mágica, que indicaba todos los tesoros, lo que más deseaba encontrar el que la portaba.

En menos de un segundo, la brújula comenzó a brillar mientras apuntaba hacia el Este.

-¡Joel he encontrado algo! -gritó Nakor desde dentro de su capa.
-¿Dónde estás? Joder, Nakor ¡no te veo! -le dijo el chico.
-¡Aquí leches! -le respondió sacando la mano mientras le saludaba, pues él veía la brillar varita de Joel, que la llevaba fuera de la capa.
-Vale, vale... ¡espérame! -Joel corría detrás de las huellas de Nakor que había empezado a correr en busca de lo que la brújula indicaba.

El brillo cada vez se hacía más intenso. Estaban cerca. Nakor tuvo que tapar con una mano el destello que emanaba de la aguja de la brújula, "alguien podría verles". Se paró en seco y Joel chocó contra él.

-¡Joder Nak! ¿Por qué te paras así?
-¡¡¡Shhhhhhhhhhh!!! calla.... -le dijo en voz baja mientras le tiraba de la capa para que se agachase donde él estaba.

De repente, se dieron cuenta de que había algo allí delante. Joel ahogó las ganas de gritar tapándose la boca con las manos, mientras Nakor se acercaba más, tan sigilosamente como se lo permitían el millar de ramas caídas en el suelo. Intentaba no hacer ruido, pero era imposible, asi que decidió pararse a una distancia prudente, mientras Joel iba tras las marcas que había dejado en la tierra mojada de la lluvia caída por la tarde. Se quedaron en silencio intentando escuchar algo.

-.... no, eso no puede ser. Él no ha podido decir eso. ¡No lo puedo permitir! ¡No puedo hacerlo! -decía una voz femenina.
-Lo hará, o ya sabe a lo que se expone... tendrá que enfrentarse a él ¡a su furia! -dijo una voz grave.
-Pero... ¿cómo pretende que haga eso? ¡es imposible! -volvió a repetir -Están bajo llave, protegidas por mil hechizos ancestrales ¡Nadie las puede sacar de ahi!
-Encontrará la forma si quiere seguir aquí -dijo el hombre.
-Es imposible, con mis conocimientos no puedo conseguirlo ¡Aún no he acabado, no sé cómo hacerlo Estarlan!
-¡Hágalo!

Tras decir esto, la figura más alta desapareció tras un vaporoso humo. La figura de la chica comenzó a moverse en dirección al Castillo hasta desaparecer en la oscuridad.

-¡¡¡¡Por Morgana!!!! ¿¿Has escuchado eso Joel?? -le preguntaba aún blanco ante la revelación que habían tenido -alguien piensa llevar a cabo algo, y nosotros tenemos que descubrirlo todo, tenemos que ayudar a desvelar si tiene algo que ver con Salmanfortis. ¡Además, tienen ayuda dentro! ¡Hay alguien infiltrado! Al menos sabemos que es chica, y debe ser de los cursos superiores... pero ¿qué Casa? Creo que esto debe saberlo Rodrigo.
-¡¡Si, debemos contárselo!! -decía Joel con ganas de irse de aquel lugar, sin duda había sido peor que encontrar a un Bravo Monarca medieval.

Los chicos salieron corriendo hacia la Zona Común a contárselo todo a Rodrigo. Estaba dormido, pero nada les detuvo. Lo zamarrearon hasta despertarle.

-¿¿Qué cojones pasa? ¿Por qué me despertais así? -les preguntó asustado.
-Rodri, acaba de pasar algo, lo hemos visto todo...
-¿Ya os habéis metido en algún lio?
-No, ninguno, pero.... -intentaba decir Joel, pero Nakor le cortó.
-¡Calla Joel! No das una, ya le explico yo -le soltó Nakor impaciente -estábamos en el bosque, buscando el fantasma de Alfonso, pero no lo encontramos. La brújula nos llevó hasta una zona del bosque muy alejada. Y encontramos a dos figuras hablando....

Nakor se lo contó todo sin olvidar ningún detalle. Rodrigo se quedó preocupado. No sabía qué hacer, si decirselo a la directora, callarse, o por el contrario actuar. Eso último fue lo que acordó con los otros dos. La noche siguiente volverían a salir a ver si con suerte, aquellas dos personas volvían a encontrarse en el mismo lugar y podían averiguar algo más.

A la mañana siguiente, se vistieron rápido con la intención de ir a desayunar cuando más gente había. Nakor tenía la esperanza de reconocer la voz femenina.
Pero al bajar, se dieron cuenta de que esa era una misión imposible. Había más chicas que chicos... no podían ir una por una haciendo que hablaran "¿con qué excusa?" No. Aquello no era una buena idea. Deberían esperar a que se hiciera de noche.

En la mesa de los Linces, Carla, Alejandra y Gabriela desayunaban aún somnolientas y bajo la atenta y disimulada mirada de Ángel, que no apartaba la vista de Carla.

-¿Sabéis qué? Hoy he soñado con un chico -dijo Gabriela haciéndose la interesante.
-¿Con un chico? ¿¿Con quién?? -preguntó Alejandra pícara mientras lamía algo de mermelada de frambuesa que amenazaba con caer de su tostada.
-¡Eso, eso! ¡¡Cuenta!! -añadió Carla.
-No lo recuerdo muy bien, pero el chico estaba sentado a una mesa de éstas, y se levantó.....

Carla dejó de oir la historia. Sus ojos se posaron en Rodrigo. El Lobo hizo lo mismo.
Ella se levantó de la mesa, bajo la mirada de sus amigas, que ponían cara de no entender nada. Salió de su banco, rodeó la mesa de los Linces sin apartar la mirada del chico. Azul y verde, encontrados. Cada paso estaba más segura de si misma "Era el momento".
Llegó a la mesa de los Lobos bajo la mirada de todo el Salón. Todos habían parado de desayunar y la miraban. Su paso decidido la llevó hasta el chico de sus sueños. Se paró delante de él, mientras Rodrigo hacía lo mismo: había parado de comer una tortita y fijamente, aún la miraba.
Ella se acercó a él, bajando su cabeza y doblando la cintura para agacharse... sin decir media palabra, le besó. El beso más apasionado y mas tierno, el más romántico y más dulce, el más fervoroso, el que derrochaba más deseo. Se comían, se mordían, se lamían.... Carla no podía soportarlo y soltó un gemido que resonó en todo el Salón. Miró alrededor. No había nadie, estaban solos. El resto del mundo había desaparecido, solo estaban ellos: ella de pie, él sentado.
Rodrigo se levantó, con el brazo tiró todos los platos al suelo, la cogió por la cintura y la sentó en la mesa.
Carla comenzó a respirar con dificultad... había soñado con esto mil veces, a todas horas pensaba en alguna escena parecida a aquella.
Él la cogió por la nuca y la dejó caer en la mesa mientras la besaba, le mordía los labios, le besaba el cuello, le acariciaba la mejilla. El calor se apoderó de ella, que cada vez notaba más humedad mientras le palpitaba todo su cuerpo. Gemía.

-Te quiero Rodrigo -le dijo en un arrebato.

El chico le sonrió, le quitó la camiseta blanca de mangas cortas y siguió recorriendo el cuerpo de Carla con su lengua, besando por donde pasaba aquella. Se quitó la camisa celeste a juego con sus ojos y después desabrochó la falda vaquera de la Lince con tanta duzura que Carla no podía creer que eso estuviera sucediendo.
Por fin, a solas con él. Era suyo.
Se subió a la mesa con ella, y se tumbó encima mientras seguía besándola y lamiendo sus pechos. Las uñas se le clavaron en la espalda, llegando a hacerle unas marcas rojas. Él se mordió el labio. Le había dolido, pero no le importaba. Era el fruto de la excitación de Carla y le encantaba.... También estaba excitado, como dejaba patente aquel hinchazón en su entrepierna. Intentando controlarse, le quitó el sujetador y le bajó las braguitas lentamente. Estaba desnuda. Se bajó sus slips y dejó al aire su pene que clamaba por Carla.
La chica le cogió los brazos y lo atrajo hacia ella, le besó "estoy lista" pensaba mientras abría sus piernas dejándole en el medio. Sudaban, el calor era insoportable.
Con cuidado, lo fue introduciendo, despacio. Ella gimió fuerte... le dolía, pero ya nada le importaba, solo Él. Hacia fuera, de nuevo adentro, él se movía lentamente mientras se mordía los labios y besaba a una Carla fuera de sí. Sus gritos resonaban en el Salón con tal eco que tuvo que taparse la boca con una mano. ¡¡¡Dios....... atraeremos a todos aquí!!! Pero eso a él no parecía importarle, disfrutaba con los gemidos de aquella mujer. Seguía moviéndose, más calor, más pasión, más gemidos, gritos, más aún... y llegó. El Éxtasis. Carla flotaba en una nube junto su chico, su amor, el hombre de sus sueños. Al acabar, se acercó al oido y le dijo.

-Te amo Carla.

Estaba alucinada, "¡No podía creer lo que había escuchado! ¿Era cierto? ¿Le quería?" Ella si, lo sentía. Estaba enamorada. Aún tumbados en la mesa, volvió a besarle de nuevo. Sentía sus labios gruesos, suaves.... cada vez menos, menos suaves, menos reales....

-..... creo que me dijo, "Busca la Felicidad" ¡La Felicidad! ¿Qué os parece? -terminó Gabriela.
-Vaya cosas más raras sueñas Gabi, ¿verdad Carla? -le preguntó Alejandra.
-....bufff... -estaba paralizada: los ojos fijos, la boca abierta.
-¿Carla? ¿Estás bien? Estás un poco roja, y estás.... sudando... ¿Qué te pasa?
-N...na...da -consiguió articular la chica antes de levantarse.

Salió corriendo del Salón, sin mirar a Rodrigo... le daba demasiada vergüenza. Corrió hacia las escaleras. Rodrigo se había levantado y la había seguido, al igual que las demás chicas y Ángel.

-Carla ¿Estás bien? -le preguntó el Lobo desde la puerta del Salón.
-Si.... -dijo sin parar de subir las escaleras y sin mirar a quien momentos antes había tenido delante suya, besándola, haciéndole el amor.

No paró hasta llegar a su dormitorio, abrió las sábanas y se metió dentro aún vestida. Metió la cabeza debajo de la almohada y contuvo la respiración al recordar lo que al parecer había imaginado. Cerró los ojos con fuerza y comenzó a llorar con una sonrisa. Al menos en sus pensamientos, Rodrigo era suyo.

4 comentarios:

Malktf dijo...

woooow!!! Que pasada!!! Menuda entrada mas perver!!! Esta no es apta para cardiacos!!! Carla y Rodri juntos si!!!

Quien sera la chica a la que escuxaron los lobos???

Me ha encantado niña!!! Sigue asi!!!

Anónimo dijo...

Jooooooooooooooo!!!!!!!!!!

Ya te di un zape cariñoso jejeje por dejar a carla asi....hombre XD

Y ahora te digo que me a encantado que quiero mas y jodeeer! quien es la que habla en el boske???? mi querer irme con joel y Nakor *babas*

Besitos mi gemeee Te quierooo

Anónimo dijo...

Wiii trilli estas que te sales, nena!! Ufff cada vez esta todo mas interesante, que tendra que hacer la pobre "voz femenina??' que intriga, jopetas!!!
Se meteran en lios nuestro querido trio de lobos???

Y carla?? que os puedo contar de Carla?? pero si a la pobre la pasa lo mismo que a mi, que me pierdo de repente y tengo unas fantasias...jiji, pero pobrecilla a ver si se la cumplen, que se lo merece, y rodri esta pendiente de ella, ehh?? como puede cambiar las cosas un simple beso. Ayss el amor que bonito para quien lo tiene...

Y que pasa con Gaby??quien sera ese chico?? mi querer saber, mi querer saber!! jooo mi trilli presentame ya a andres, que no aguanto de la emocion!!! (nota para carla: ya la vale ignorarme y mientra teniendo fantasias hot)


Trilli que esta la entrada megagenial, y quiero mas!!! te quiero un monton mi niña!!!!

Millones de besotes para ti!!!

(SYL)PD: Uich peazo de coment que te dejo, bueno asi no puedes quejarte de mi, jeje.

Unknown dijo...

Preciosa este ha sido tu mejor capítulo, espero q sólo hasta el momento.

Has empezado dándonos el inicio de una pequeña aventura con suspense, emoción y un cierto desdén por las normas. Y cuando la tensión esta en todo lo alto, nos sumerges en la pasión que no distingue sueños de realidad.

Me ha gustado mucho, has jugado con continuar la dirección de los capítulos anteriores, con abrirnos una nueva puerta, una gran puerta.

Felicidades precioza.